Miguel Losana se alza con el primer 'Domingo Ortega'

Dominguin
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Los novilleros toledanos Losana y Da Silva cortaron dos orejas por coleta ante un encierro de Alcurrucén de nota que facilitó el buen hacer de los espadas.

Los novilleros toledanos Losana y Da Silva cortaron dos orejas por coleta. - Foto: Antonio Almena

El novillero de La Puebla de Montalbán, Miguel Losana fue el triunfador indiscutible del primer certamen de novilleros sin picadores 'Domingo Ortega"'. Losana mostró su disposición desde que se abrió de capa rodilla en tierra, llevando con mimo al buen eral de Alcurrucen mostrándole las intenciones de no quererse dejar ganar la pelea. También de rodillas llamó al animal con la muleta, cerrado en tablas, aprovechando el recorrido y la condición del bravo del astado. 

Ya incorporado Miguel Losana llevo cosido a su pañosa con la diestra al colorado que la seguía con codicia y nobleza hasta donde le marcaba la muñeca dominadora del novillero. Los remates de las tandas encandilaron al respetable, tanto los trincherazos de enjundia como los pases de pecho echándose al burel por delante. 

Con la zurda la temperatura subió, esta vez Losana si logró mecer los pitones del pupilo de los Lozano, al ralentí, con suavidad y sólo con los flecos del engaño. Las tandas de naturales mostraron la superación del alumno de la Escuela Taurina de Toledo cada tarde y ello lo mostró en el ruedo del coso de Mendigorría. 

Tenía el triunfo en sus manos, no podía dejarlo escapar y se enfiló por derecho, tras la espada, sin afligirse, enterrando el acero en lo alto, dando en el suelo al bravo animal que vendió caro su sacrificio. 

Los tendidos se volvieron blancos y los asistentes pidieron los máximos trofeos para Losana. Al final el palco, de manera acertada asomó los dos pañuelos blancos casi al unísono por la balconada presidencial. Dos orejas rotundas y vuelta al ruedo al de Alcurrucen. 

El otro representante toledano también desorejó a su oponente. El novillero Oscar Da Silva, se entregó de salida, yéndose a recibir a puerta gayola al segundo de la tarde, larga espera y trompazo sin consecuencias, para luego torear asentado. 

Fue un derroche de ganas con los trastos, está cómodo delante de los astados y conecta con los tendidos. El arrojo y el valor le hicieron meterse en el bolsillo a la joven concurrencia que tras enterrar la espada le pidieron los dos trofeos que el presidente concedió. 

Cuatro invitados de otras escuelas taurinaespañolas completaron el cartel en Toledo. Abrió plaza Kevin Alcolado, novillero ya curtido y solvente que tuvo delante un gran novillo de Alcurrucen al que toreó con poder y temple. Tras acabar con el animal obtuvo palmas del respetable mientras que era ovacionado al arrastre su rival. 

Llegó Alejandro Chicharro a Toledo con la vitola de haber ganado el Alfarero de Plata de Villaseca. Está muy rodado, paró al colorado de los Lozano con garbo y entrega, conectando enseguida con los tendidos. Con la muleta lo hace bien, tira de los erales con aplomo y largura, tanto con derechazos como en el toreo al natural. Cuando tenía en sus manos el triunfo, su fuerte, la espada se le atragantó y todo quedó en una ovación tanto para él como para el buen animal que lidió. 

Desde Albacete llegó un novillero que causó una grata impresión. Manuel Navalón, maneja los engaños como los ángeles, tiene muñecas prodigiosas y tiene un concepto del toreo de altos vuelos. Ya en el quite en el novillo de Losana dejó su tarjeta de visita. Le correspondió en suerte un novillo muy vistoso de capa berrenda, que al final fue el menos vistoso del gran encierro. Pese a ello estuvo aplomado en la arena, meciendo las embestidas por ambos pitones, con gracia y con mucha profundidad. Una oreja fue el premio de su paso por Toledo. 

Cerró plaza Alberto Donaire, valenciano de personalidad y peculiaridad al torear entregando siempre todo. No se dejó nada en el tintero desde que se abrió de capa. Con la muleta lo trasteó con solvencia por ambos lados, aprovechando la clase del eral toledano. Se le atascó la espada, pero un público cariñoso, le ovacionó al doblar el astado. 

Al final con todos los novilleros en el ruedo se anunció el triunfo del novillero toledano Miguel Losana, que recibió un recuerdo por parte de Fernando Muñoz, vicepresidente de la Diputación de Toledo acompañado del empresario del coso Nacho Lloret. Triunfo de Losana y sobre todo de los ganaderos, Alcurrucen envió al coso de Mendigorría una novillada para soñar y para que los novilleros pudieran triunfar, enhorabuena a torero y ganaderos.