No parecia acorde al año exhibido despedirse del Salto del Caballo hasta 2023 con una victoria y buenas sensaciones. El CD Toledo lo hizo con otra mañana anodina, sosa y carente de ingredientes que sacien el paladar de sus aficionados, que otra vez desfilaron con el regusto de que su equipo lo intentó, pero con la impresion de que el CD Marchamalo pudo haberse sacado más renta.

El equipo verde quiso salir con la misma energía que siete días antes. El campo estaba peor, muy embarrado, con partes levantadas y, además, estaba lloviendo. No fue capaz de generar ocasiones claras, pero sí aproximaciones. En una de ellas, Yeray intentó resolver con un disparo lejano que no cogió portería.

Enfrente estaba un rival dispuesto a esperar su oportunidad con salidas rápidas. El primer resultado fue el de dos tarjetas amarillas para parar contragolpes. Y en el minuto 15, Aitor Rubio llegó a conectar con la pelota dentro del área, y Jony tocó lo suficiente para evitar el primer tanto de la mañana.

El encuentro tuvo ocasiones para ambos bandos - Foto: David PérezEse brío inicial no tuvo continuidad. Ninguna. Como semanas atrás, las mejores opciones para anotar, las generó el contrario. Y en el minuto 23, Javi Bernal se sacó un zurdazo desde el balcón del área que pegó en el travesaño. La afición empezaba a sufrir. El caso es que, con algunas carreras de Cristo y con varios arrebatos de calidad de Camacho, el CD Toledo estaba disfrazando el partido de buenas sensaciones.

La realidad es que las oportunidades de gol pasaron de una portería a otra como en un partido de tenis. En el lado del Marchamalo, Cristo dispuso de un cabezazo en el segundo palo, después de un centro desde el otro lado, que pegó en la base del poste y se marchó fuera. Inmediatamente después, Josemi replicó con un remate con malas intenciones que tampoco cogió la escuadra. Era lo que quería.

Restaban cinco minutos para el descanso, y la guerra no la tenía ganada nadie. Costaba jugar, y el gol se supeditaba a un error, probablemente provocado por el césped. Al final, una genialidad de Aitor Rubio, después de quebrar a varios rivales, pudo gestar el 0-1. Jony apareció otra vez para mantener el punto que tenía el Toledo. Nada más sacar, los verdes disfrutaron de un contragolpe, conducido por Iván Bueno, que acabó en protesta contra el árbitro. El centro del '10' lo interceptó Javi Bernal dentro del área. Los jugadores y la grada interpretaron que le dio en la mano, pero ninguno de los jueces lo vio así. Los dos equipos se fueron a los vestuarios sin romper el resultado inicial.

El encuentro tuvo ocasiones para ambos bandos - Foto: David PérezManolo Alfaro dio una vuelta a su equipo en el descanso, quizás para evitar problemas con las tarjetas. Quitó a tres de golpe, y metió a Kupen, Arturo y Angelito. La primera gran opción llegó a balón parado, en un saque de esquina. Ni Kupen ni Fontanello acertaron a rematar el balón que se paseó por el área.

El CD Toledo tuvo otra salida fulgurante, sabedor de que tenía que desnivelar ya el encuentro de su lado. Pero una falta mal sacado por Fontanello no propició el gol del Marchamalo por muy poco. Aitor Rubio puso un centro medido al área al que se adelantó Jony, pues estaba Josemi dispuesto a remachar la faena.

Todo estaba abierto. Podía marcar cualquiera. Por un error propio o por un acierto del contrario. Fontanello volvió a entregar un pase regalado a los contrarios, y Aitor Rubio probó a sorprender desde lejos a Jony. Casi, casi. El mismo '14' tuvo otra ocurrencia, lanzar de manera directa una falta que parecía que iba a colgar para el remate de un compañero. Se marchó rozando la madera.

El encuentro tuvo ocasiones para ambos bandos - Foto: David PérezSegun fue pasando el tiempo, empezó a cundir el desorden y la precipitación. El CD Marchamalo se tomó con más tranquilidad la tarea de atacar. Alfaro hizo debutar al jugador número 30 esta temporada: Miguel Fuentes. Ni un minuto tardó el nuevo delantero en rematar por primera vez a portería. Fue en una jugada por la izquierda, apoyado por Angelito, pero Manu Lucas le detuvo el lanzamiento, que no fue muy certero, la verdad.

La recta final trajo más insistencia de los de Alfaro. Otra cosa es que tuvieran argumentos para inquietar a la zaga del rival. Un Marchamalo, que, por cierto, no estaba tan lejos de ganar en el Salto del Caballo.

El último intento por alcanzar los puntos para el Toledo fue meter a Mario Gómez por Camacho, para jugar con defensa de tres y carrileros. Quizás con el objetivo de abrir más el campo. Ya no pasó nada. La ansiedad por llegar cuanto antes fue directamente proporcional a las dificultades para crear algo de peligro.

En resumidas cuentas, acabo atacando el Marchamalo. Como en casi todos los encuentros de casa, el rival achuchó a un CD Toledo impotente. Este punto sirve para sumar algo, pero no para satisfacer las necesidades, que está en otro nivel. Y el próximo fin de semana hay que visitar al líder.