La fundación del Museo de la Ciudad y su Territorio es una reivindicación con años de antigüedad y por el momento, poca base para su puesta en marcha. La exposición sobre la Caesarobriga romana, que ha devuelto a la ciudad el Hércules del siglo II hallado en unas excavaciones en la clle San Clemente, acompañado de más de un centenar de piezas arqueológicas de la zona, ha levantado nuevamente el debate sobre la necesidad o la obligación de que Talavera cuente entre sus recursos culturales con un Museo de la Ciudad.

Dicho museo, que ya formaba parte del Plan Estratégico Talavera 2025, y que completaba algún programa electoral de las últimas elecciones municipales, serviría como centro de interpretación del patrimonio material e inmaterial de Talavera, con mucho aún por descubrir.

En el colectivo Arrabal son conscientes de esta necesidad, y por ello, vuelven a reivindicar un nuevo atractivo turístico y cultural para los talaveranos y, por supuesto, para los visitantes que  quieran conocer la ciudad. Para ello, nada mejor que hacerlo desde sus orígenes.

Para el colectivo, esta es una «oportunidad de oro» para que, en el próximo mandato, se sienten al menos las bases  para que se constituye como un «hito de futuro» y que el proyecto comience a convertirse en realidad.

Para ello, es fundamental contar con los fundos museológicos y museográficos que, desde Talavera y sus antiguas tierras, están repartidos por el Museo Provincial de Santa Cruz, la mayoría guardados en almacenes, o el Ministerio de Cultura. Muchos de ellos se exponen ahora en el Museo Ruiz de Luna, hasta julio, pero después volverán a marcharse, a excepción del Hércules.

Por supuesto, la elección de la mejor ubicación para su sede será también fundamental para su realización. Son varias las alternativas posibles, algunas con más peso que otras, pero para Arrabal hay una con más opciones. El Claustro de los Canónigos, que no casa, informan desde el colectivo, es quizá la que sobresale por su ubicación, en pleno Casco Antiguo y con la posibilidad de potenciar la conexión con el Ruiz de Luna y el Etnográfico, revitalizando este último, y porque se trata de un edificio con posibilidades más que reales de rehabilitación.

En cuanto a su gestión, apostarían por la titularidad municipal, aunque podría contar con la colaboración de Diputación o Junta de Comunidades mediante la Consejería de Cultura, «aprovechado la buena sintonía» entre administraciones.

Es la mejor opción pero no la única. Si esta no fuera posible, el palacio de los Condes de la Oliva y el de Villatoya, también en el Casco, aunque de titularidad privada, podrían posicionarse como alternativas.

Elementos identitarios. Desde Arrabal aclaran que el Museo de la Ciudad y su Territorio no es el mismo que el Etnográfico, el museo de la etnología, las tradiciones y las formas de vida.

En el de la Ciudad se recogería la interpretación de la Historia y la Arqueología de Talavera en relación con su territorio, con las comarcas siempre presentes, y serviría como centro de interpretación de elementos identitarios de la ciudad  que han tenido mucha importancia en la historia de la villa. Entre ellos, indican, la Real Fábrica de Sedas, la Santa Hermandad, la vinculación con las cañadas reales de la Trashumancia, los procesos de la Talavera islámica o la Batalla de Talavera, además de la exposición de un fondo «con un discurso diacrónico, lógico y temporal» de la evolución desde la Talavera prehistórica hasta el siglo XX.

Los posibles contenidos del Museo de la Ciudad ayudarían a paliar uno de los problemas ya destacados por la consejera de Cultura, Rosa Ana Rodríguez, en el Museo Ruiz de Luna: La Talavera Cultural y Patrimonial es aún muy desconocida a pesar de que tiene muchas joyas que mostrar.