San Fernando: Perales; Lanchi, Manu Farrando, Ayala, Recio; Biabiany (Aquino, min. 71), Dani Molina, David Ramos (Callejón, min. 77), Gabri (Bicho, min. 65); Gabarre (Alfonso, min. 77) e Ilyas (Ceberio, min. 77).

Talavera: Biel; Parra, Dani Ramos, Morante, Brau (Edu, min. 46); Sangare (Souleymane, min. 46), Javi Bueno, Zanelli (Sito Riera, min. 70); Escudero, Lucas (Perdi, min. 70) y Buenacasa (Moha, min. 75).

Árbitro: Román Román (Comité castellano y leonés). Enseñó tarjeta amarilla a Gabarre, Gabri; Dani Ramos, Souleymane y Zanelli.

Goles: 1-0 Ilyas (min. 24). 2-0 Ilyas (min. 41). 3-0 Gabri (min. 49). 3-1 Lucas (min. 55). 4-1 Gabri (min. 57). 5-1 David Ramos (min. 74).

Campo: Iberoamericano 2010. Asistencia de 3.394 espectadores. 

Al nivel más bajo cayó el colista Talavera recolectando ante el San Fernando andaluz su mayor castigo de la temporada (5-1). Ya son siete jornadas alejado del triunfo, y las opciones de permanencia son cada vez más remotas. Los locales demostraron pegada y propuesta de fútbol atractivo.

El gol inicial de Ilyas evidenció la falta de intensidad de la zaga visitante. La primera ocasión, muy tímida, fue una llegada de Escudero por el perfil derecho con un pase raso que no encontró rematador ante el despeje efectuado por la defensa local. No sirvió la incursión para animar un pulso algo descafeinado y bajo de revoluciones hasta que el San Fernando sorprendió al Talavera en medio del armisticio. Biabiany destacó con una arrancada por la derecha que le llevó hasta la línea de fondo antes de poner más de medio gol en la cabeza de Ilyas: su centro en las inmediaciones del área pequeña contó con la pasividad de la defensa cerámica como aliada en el momento en que delantero marroquí anotó a placer con su testarazo desde el segundo palo. 

El desajuste defensivo permitió al equipo de Pablo Alfaro tomar ventaja en el tanteador y escenificar su superioridad sobre el tapete del Iberoamericano 2010. Tres minutos después, volvió a la carga Gabri mediante una escaramuza que concluyó con un remate manso a escasos centímetros del poste de la meta de Biel. Hubo argumentos suficientes para poner contra las cuerdas a un bloque sin confianza ni ideas más allá de algún pase en profundidad sobre la figura de Buenacasa o las entradas de Zanelli desde segunda línea como una que obligó a Perales a una estirada cerca de la madera para despejar un lanzamiento raso desde la frontal. 

La zaga local adelantó unos cuantos metros su posición para vivir cerca de la línea del mediocampo ante la falta de profundidad del Talavera. Fruto de ese dominio llegó el segundo tanto y con idénticos protagonistas que en la primera diana. Un contragolpe lanzó a Biabiany, que controló y sirvió en bandeja para la llegada de Ilyas. El goleador por partida doble acomodó la bota y cambió la dirección del esférico para superar la estirada de Biel en el minuto 41.

El entrenador del Talavera, Pedro Díaz, realizó dos sustituciones al comenzar el segundo tiempo: Edu y Souleymane accedieron al césped en detrimento de Brau y Sangare. Empezó una segunda parte que no hizo avanzar nada positivo, pues a los cuatro minutos de la reanudación, Gabri encontró el premio a su insistencia remachando en el área pequeña un pase de la muerte de Gabarre. La fogosidad de la celebración le costó una amonestación al sacarse la camiseta.

Con el Talavera noqueado, convertido en 11 fantasmas deambulando por el verde, llegó un intercambio de goles como consecuencia de la relajación de un bando y la debilidad del otro. Primero, Lucas golpeó desde las inmediaciones del punto de penalti con un primer toque junto a la escuadra que certificó la calidad de la asistencia ejecutada por Parra.

Eso sí, el San Fernando devolvió la bofetada dos minutos después mediante la segunda muesca en el cinturón de Gabri. Su combinación de lustre con Ilyas, que le devolvió el esférico de tacón, le permitió un metro de espacio que aprovechó para soltar un latigazo diagonal ante el que nada pudo hacer Biel.

Al Talavera le quedó más de media hora de angustia por la desventaja de tres tantos, la cual aumentó a cuatro en el minuto 74, cuando David Ramos convirtió desde la frontal un despeje poco contundente de la muralla blanquiazul tras un saque de esquina puesto en marcha por Dani Molina desde el perfil izquierdo del ataque.

La derrota por cuatro dianas de diferencia, la más amplia de la temporada para el conjunto blanquiazul, fue la consecuencia de un pulso que quedó decidido muy pronto frente a la fragilidad defensiva de un Talavera avasallado desde superado el ecuador del primer período. Los dos entrenadores agotaron el repertorio de cinco sustituciones. Sito Riera, el canterano Perdi y Moha fueron los últimos recambios de Pedro Díaz.