La Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha, a través de su Comité de Árbitros, ha sacado adelante una nueva campaña para proteger a sus colegiados menores de edad. El objetivo es salvaguardar su integridad en los encuentros, al detectar que se está normalizando la violencia, de cualquier tipo, en los campos de fútbol.

Por eso, va a distribuir entre los colegiados que se están iniciando, y son menores de 18 años, unos brazaletas en los que se marca claramente esta condición, para que los que insulten o agredan sepan a quién se lo están haciendo.

Y es que, desde el Comité consideran que «se les tiene que proteger, porque, además de personas, son menores». Asimismo, se les recuerda a la misma vez que van a recibir su apoyo en todas las decisiones que tomen en cada uno de los encuentros que dirijan.

Se trata de una iniciativa que ya se ha implantado en otros comités españoles, y que en Castilla-La Mancha se entendía imprescindible.