Un buen trabajador social y su buena gente

F. J. R.
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Damián Rojas, formador experto en trabajo social, presenta hoy en Roca Tarpeya (19:00 horas) su primer libro, 'La buena gente', relatos de casos reales en entornos rurales

Un buen trabajador social y su buena gente

Los mejores libros son esos que empiezan sin intención de serlo. Cuentan con ese grado de naturalidad que permite hilarlos casi sin darse cuenta. Y es eso mismo lo que le pasó a Damián Rojas. Este sonsecano, dedicado en cuerpo y alma al trabajo social desde bien joven, comenzó un buen día a manchar páginas sueltas con pequeñas historias de su día a día. El gusto por escribir se le fue de las manos, y esas hojas sueltas fueron leídas por amigos y familiares, que no dudaron entonces en animarlo para que se decidiera a darles forma en un libro.

Así surgió ‘La buena gente’, una obra que trata precisamente de eso mismo y que ha visto la luz gracias al ejemplo de su editor, Alejandro Robledillo. «Su ejemplo me ayudó a lanzarme», reconoce Damián Rojas, que ha logrado reunir un buen número de relatos basados en casos personales.

«He hecho ficción en muchas partes, con los nombres, para respetar la identidad de las personas, pero todo lo que aquí aparece son historias sencillas y reales ambientadas en zonas muy rurales, de esas que están ahora tan de moda de la ‘España vaciada’», afirma el autor, que insiste en que solo ha pretendido «contar historias humanas, no casos científicos».

Con este enfoque tan cercano, cada vez sorprende menos el título del libro. ‘La buena gente’ debe su bautizo a dos particularidades, como son los propios protagonistas de los relatos, «todos muy buenas personas que no dejan de sonreír a pesar de lo mal que lo pasan», y por un particular homenaje a la etapa universitaria del autor.

Y es que, Damián Rojas colaboró hace años en un programa de Radio Nacional que trataba temas de trabajo social. Llevaba por nombre ‘La buena gente’ y eso marcó a Damián, que en la jornada de hoy (19:00 horas) presentará su primera obra en la sede de la Real Fundación Toledo (Museo Victorio Macho en Roca Tarpeya) dentro de la programación de la Feria del Libro.

«Este libro es un homenaje a todos los profesionales que siguen prestando servicio en las zonas rurales. Pero no solo a los trabajadores sociales o los sanitarios, que eso ya se presupone; sino al panadero que cada día coge su furgoneta para repartir el pan de pueblo en pueblo y de puerta en puerta; para el empleado de banca que va a que los abuelitos actualicen sus cartillas y saquen dinero; los concejales que se desviven por sus vecinos en esos pueblos... a todos esos profesionales», explica el autor, al que le parece fundamental que Castilla-La Mancha se haya decantado por aprobar una ley contra la despoblación de estas zonas rurales, pero que pide un mayor esfuerzo a las administraciones.

«Me parece fundamental, pero creo que la ley podría ser más ambiciosa. Pese a todo es un buen comienzo, pero también hay que desarrollarla ahora. No sería la primera ley que se saca para quedar guardada en un cajón», advierte Rojas, que no tiene reparos en romper las lanzas que sean necesarias por la gente del entorno rural.

«Ese sentimiento de colectividad no se da en las ciudades. Es impensable que alguien muera sólo en un pueblo», lanza Damián. Una gran verdad que se respira en las páginas de su libro, con casos tan humanos como uno que le llamó especialmente la atención. Dos familias de dos pueblos muy próximos tuvieron sendos hijos con síndrome de down. Una familia afrontó la discapacidad y la otra no, y Damián optó por juntarlos para que hablaran de sus experiencias. Al final, la aceptación triunfó, demostrando así que la buena gente siempre se abre camino.