No será por navidad, pero estas fiestas y la buena voluntad de los toledanos pueden servir para que los caballitos de la Vega vuelvan por el mes de abril, «como las flores». Un incendio privaba a los niños toledanos del histórico carrusel el pasado 28 de septiembre. Ahora, la familia propietaria ha iniciado un sorteo de papeletas, que coincidirá con el sorteo del Niño, para tratar de recaudar los fondos necesarios para su vuelta.

Así lo han anunciado en un vídeo que está circulando por las redes sociales. Allí Pilar Ponce explica que, tras el siniestro, muchos toledanos les han estado pidiendo que vuelvan y 'los amigos de los caballitos' les han propuesto incluso que pongan en marcha esta campaña para poder colaborar. Así que tras escuchar las propuestas y valorar todas las posibilidades, han puesto en marcha el sorteo.

Las papeletas consisten en una donación de tres euros. Se podrán comprar, apunta Ponce, en varios establecimientos colaboradores, como la farmacia y estanco frente a Tavera, la papelería El Tintero, en Santa Teresa, la peluquería Hormigos, frente a la plaza de Toros, carnicería La Pastrana y establecimientos en la calle Hombre de Palo. También se pueden comprar on line, mediante Bizum. Ganará la persona cuyo cupón coincida con las tres últimas cifras del sorteo del Niño. El premio consistirá en un lote de ibéricos, en el que se incluye un jamón de siete kilos, botellas de vino y cava, así como un abono nominativo para que un niño pueda subir durante un año de forma gratuita a los caballitos de la Vega, y un regalo sorpresa.

Todo el dinero que se recaude irá a parar a la compra y reconstrucción de todo el material que se quemó el pasado 28 de septiembre. La familia necesita entre cuatro y cinco mil euros para volver a abrir, dinero que espera recaudar con este sorteo y un patrocinio. Pero en realidad reabrir los caballitos costará entre doce y quince mil euros. Hay que renovar la taquilla, afectada por las llamas, y hacer una instalación eléctrica. También habrá que reparar algunas figuras y algún trozo de la lona, en este caso «agua y jabón», sobre todo. La idea es que «los caballitos no mueran y sigan dando ilusión a todos los niños de Toledo». Tan solo va a quedarse fuera el camión de Stitch, que quedó muy dañado.

Historia de una persistencia. En realidad, llueve sobre mojado en unas instalaciones que han sufrido varias desgracias y que se han vuelto a levantar gracias a la persistencia de la familia de propietarios.

«Llevamos un par de años que es por demás»

El de septiembre no era el primer incendio que sufre la histórica atracción, ya que en 2008 salió ardiendo de noche y en 2011 un rayo golpeó uno de sus postes causando graves daños.

Meses antes de que se declarara la pandemia, los actuales propietarios afrontaron una reforma integral de la atracción, que estuvo cerrada meses y que sufrió un derrumbe por el peso de la nieve con la Filomena.

En septiembre, cuando la atracción empezaba a remontar y preparaba una fiesta, la tragedia volvía a cebarse con los caballitos del parque de la Vega con un incendio que dejó calcinada la cabina y afectó gravemente a los cacharritos.

Entonces la familia propietaria era pesimista, pero a la postre parece que ha recobrado fuerzas para volver a levantarse.