El Ayuntamiento de Castillo de Bayuela anunció a principios de 2007 la construcción de unas viviendas tuteladas para mayores que prometían convertirse en el asidero de vecinos que se valían por sí mismos para permanecer en el pueblo serrano y no acabar en un centro residencial de otra población. Sin embargo, la intención primera del Consistorio y de la Junta de Comunidades chocó con las preferencias de los bayoleros, que dieron de lado a esta opción. Hasta el día 19, 14 años después de la finalización de las obras. Ricardo se llama el primer inquilino de un servicio que gestiona en este primer año de prueba la asociación 'Diversa Capacitat'. En breve, se incorporarán dos usuarios más.
«Antes de cambiar y dedicarlo a otra cosa, hay que intentarlo. Queremos dar este servicio a los vecinos de Bayuela». Así lo explicaba ayer a este diario la alcaldesa de Castillo de Bayuela, Julia Fernández, quien defiende la conveniencia de este servicio para los vecinos mayores de 65 años. «Da mucha más calidad de vida», apunta y apostilla que el personal trata habitualmente a los vecinos de esta localidad de unos 1.000 empadronados, con un 73 por ciento de habitantes con más de 65 años. Al respecto, la alcaldesa precisa que no es necesario estar empadronado en la localidad.
El precio por todos los servicios en una habitación individual supone un desembolso de 1.050 euros al mes; no obstante, los interesados pueden solicitar subvenciones a la Junta de Comunidades.
Las viviendas tuteladas tienen capacidad para 10 inquilinos, tanto en habitaciones individuales como dobles con sus servicios totalmente adaptados. Cuenta también con servicio de lavandería, comedor, sala de juegos, patio o sala de televisión. Asimismo, pueden participar en sesiones de psicología o terapia ocupacional en un edificio localizado enfrente del Centro de Salud que da servicio a los municipios de la comarca.
«De verdad que es un privilegio, como si estuvieran en su casa», incide la alcaldesa, quien destaca la satisfacción general por la apertura. «Los tres equipos de Gobierno que hemos pasado, todos nos hemos alegrado de poderlo abrir», señala sobre un proyecto que arrancó en 2007 bajo el mandato de Hortensia de la Casa y fue inaugurado incluso en 2011, sin que, al final, incorporara ningún inquilino. Incluso Mensajeros de la Paz intento, sin éxito, la apertura.
«Este tipo de recursos evitan el desarraigo de estas personas mayores que, bien por evitar la soledad o porque sus hogares ya no reúnen las condiciones de habitabilidad exigidas, no pueden seguir residiendo en sus casas», venía a decir en Bayuela en 2007 el consejero de Bienestar Social de entonces, Tomás Mañas. Un mensaje que empieza a calar, más de una década después.