Rescate de Nambroca: «Han vuelto a nacer tres veces»

J.M.
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Los bomberos del Consorcio pusieron a salvo en una hora a los dos adolescentes que cayeron el fin de semana a un pozo, a unos 10 metros de profundidad. «Fue todo muy rodado», describe uno de los agentes de este rescate

Rescate de Nambroca: «Han vuelto a nacer tres veces»

El aviso sonó a las 21:12 horas, pero retumbó hasta las 23:42 de la noche. El servicio de emergencias 112 había descrito un salvamento bajo tierra. Los bomberos del Consorcio Provincial se enfrentaron durante esas dos horas y media al rescate de dos adolescentes que se habían precipitado a unos 10 metros de profundidad tras ceder el forjado de un pozo. En pleno campo, a casi un kilómetro del campo de fútbol. En Nambroca. «Han vuelto a nacer tres veces», afirmaba ayer a este diario uno de los agentes de emergencias.

Los chavales de 15 años sobrevivieron a la caída y a las ramas, y a permanecer una hora cubiertos por el agua, a una temperatura de unos cuatro grados. Y vencieron también al miedo. Ni siquiera hacían pie; pero lograron agarrarse a una tubería para aguardar a que surtiera efecto la demanda de auxilio de sus amigos. «Resistieron como jabatos», apunta el bombero sobre unos chicos que fueron atendidos y dados posteriormente de alta en el Hospital Virgen de la Salud de Toledo.

Las víctimas estaban conscientes, pero presentaban principios de hipotermia. Con calambres que dificultaban que pudieran seguir agarrados a la tubería. «No podían ni hablar. Estaban tiritando de frío», describe el agente del parque de Toledo, que conocía personalmente a uno de los adolescentes. Probablemente, esa coincidencia alentó más a los menores, quienes habían permanecido en la oscuridad hasta que la Guardia Civil y Protección Civil alumbraron el interior de este pozo, de un metro y medio de anchura.

Rescate de Nambroca: «Han vuelto a nacer tres veces»Rescate de Nambroca: «Han vuelto a nacer tres veces»El mando de guardia de los bomberos lanzó churros y chalecos a los accidentados mientras preparaban un rescate en el que había que calibrar las características de la infraestructura y del terreno. «Fue todo muy rodado. Aquí se ve el trabajo en los parques. El trabajo de formación», opina el integrante del equipo.

Los rescates de personas vivas en los pozos resultan muy infrecuentes, pero los bomberos sí actúan con cierta asiduidad en poner a salvo a los animales que se tropiezan con estos agujeros. Estos servicios en profundidad presentan siempre dificultades, aunque en esta ocasión, los agentes pudieron desenvolverse muy bien en el lugar y lograr el salvamento.

mediante poleas. Los especialistas atravesaron una escalera sobre la boca del pozo y engancharon otra a esta para proceder al rescate. Uno de los agentes se descolgó al interior del pozo por el hueco del forjado que había cedido. El cuidado y la delicadeza eran máximas para evitar desprendimientos que golpearan a los dos amigos. Así logró enganchar al menor en peor estado para que tres compañeros izaran el cuerpo mediante un sistema de poleas que facilita el levantamiento del peso.

El segundo salió del pozo entre aplausos de los presentes, una hora después de la llegada de los bomberos. Los adolescentes fueron evacuados al Hospital Virgen de la Salud ante los signos de hipotermia y fueron dados de alta. Los bomberos, por su parte, recogieron todas las herramientas y volvieron al parque. Todavía quedaba noche.