Un paseo por la anatomía de la arquitectura

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Coincidiendo con su tercer aniversario, CORPO inaugura este miércoles un Jardín de Esculturas con piezas de Jorge Oteiza, Miquel Navarro, Dagoberto Rodríguez, Kcho, Alberto Corazón, Arturo Berned y José Manuel Ballester

Un paseo por la anatomía de la arquitectura - Foto: Yolanda Lancha

Un espacio a cielo abierto para pasear en la contemplación del arte. Siguiendo la tradición de los grandes museos desde la antigüedad griega y romana hasta nuestros días, y coincidiendo con su tercer aniversario, la Colección Roberto Polo. Centro de Arte Moderno y Contemporáneo de Castilla-La Mancha (CORPO) inaugura este miércoles un Jardín de Esculturas en su sede de Toledo. 

Se ha recuperado para ello el patio de acceso a la antigua Biblioteca Pública del Miradero, contiguo a la sede del museo y que se hallaba en absoluto estado de abandono, convirtiéndolo en un universo de arte y naturaleza de 2.000 metros cuadrados, donde a partir de ahora podrá visitarse la obra de grandes escultores nacionales e internacionales. Señaladas piezas de Jorge  Oteiza, Miquel Navarro, Dagoberto Rodríguez, Kcho, Alberto Corazón y  Arturo Berned, se exhiben con la perspectiva de fondo de un colosal mural fotográfico de José Manuel Ballester que, a modo de trampantojo, convierte un muro ciego en una enorme ventana abierta al horizonte de Castilla-La Mancha. 

Un conjunto inicial de nueve piezas de los mencionados siete artistas que irán rotando y ampliando su espectro con el fin de que el proyecto sea un verdadero catalizador de la creatividad de escultores contemporáneos, como lo fue el jardín de San Marcos en Florencia durante el Renacimiento, propiedad de los Medici, o los barrocos de Versalles y Fontainebleau en el área de París, y como lo siguen siendo para la creación contemporánea otros ejemplos de grandes museos tal que el MoMA de Nueva York o el monumental parque de Storm King Art Center en el mismo estado.

La concepción y actual disposición de obras en este nuevo Jardín de Esculturas de CORPO responde a un planteamiento artístico que vincula la arquitectura y el cuerpo humano, estableciendo un paralelismo entre la anatomía de un edificio o una ciudad, con sus pasillos y calles, plazas, rotondas y demás espacios que vertebran su construcción, y el trazado de un cuerpo, su entramado de músculos, articulaciones, canales energéticos, órganos funcionales, conformando lo que podríamos llamar un paseo por la «Anatomía de la Arquitectura», en palabras de su artífice y director artístico de la institución, Rafael Sierra.

Las esculturas que a partir de ahora pueden verse en Toledo se unen a la senda iniciada por la exposición pública de destacadas obras contemporáneas de los artistas Eduardo Chillida (Lugar de encuentros, cedida en 1981 e instalada en la plaza de Alfonso VI), Cristina Iglesias (tres fuentes bajo el único título de Tres aguas, año 2014, la principal de ellas ante la fachada del Ayuntamiento) y Juan Garaizabal (Piedra sobre piedra, expuesta a la entrada de CORPO en 2020 y recientemente cedida por el artista a la Junta de Castilla-La Mancha), y a las que el pasado enero se unió la pieza yacente donada por Rafael Canogar a la ciudad de Toledo, ubicada en la puerta del Cambrón. Suponen así mismo una continuidad con la obra escultórica que recorre la sede de CORPO en Toledo y que reúne artistas de muy diversa procedencia y escuela, como los contemporáneos Nino Longobardi, Annabelle Hyvrier, Maria Rossen, Koen de Cock o el mismo Garaizabal, y los vanguardistas Oskar Schlemmer, Victor Servranckx, Gustav Klucis o Georges Vantongerloo , entre otros muchos.

La recuperación y ajardinamiento de este patio, hasta hoy cerrado, arrumbado en el olvido, pasto de zarzas y escombros, supondrá no solo la incorporación de espacio verde y de esparcimiento al casco histórico de Toledo, sino y sobre todo añadirá un valor artístico a la enorme riqueza de esta ciudad Patrimonio de la Humanidad.