El antiguo Día de la Raza (hoy de la Hispanidad)

José García Cano
-

Se conserva una interesante crónica de hace 98 años, en la que se nos detalla como se celebró el Día de la Raza en la ciudad de Toledo. El acto principal tuvo lugar en el Teatro de Rojas

Imagen El Castellano Gráfico N. 24, del 19 de octubre de 1924, con un cartel al fondo de la artista gaditana María Gámez y sus variedades que actuaron en el Teatro de Rojas

Con la denominación del Día de la Raza, recordábamos hace unas décadas al día 12 de octubre, hoy como todos sabemos Día de la Hispanidad. El término de Día de la Raza fue acuñado por el exministro y exalcalde de Madrid don Faustino Rodríguez San Pedro, el cual a su vez era presidente de la Unión Ibero Americana (UIA), asociación que se fundó en 1885 cuya finalidad fue el «estrechar las relaciones sociales, económicas, científicas, literarias y artísticas de España, Portugal y las naciones americanas». Rodríguez San Pedro acuñó este término en 1913 con el sentido de buscar una fiesta que hermanase a España y a toda Latinoamérica, eligiendo la fecha del 12 de octubre por recordarse este día la llegada de Cristóbal Colón a América. La primera fiesta de la Raza se celebraría en 1914 por la citada Unión Ibero Americana y cuatro años después mediante ley de fecha 15 de junio de 1918, será refrendada por Alfonso XIII, durante el gobierno de Antonio Maura. Por aquél entonces también se comenzaría a utilizar el término Día de la Hispanidad, ya que incluso en esos momentos a algunas personas ya les sonaba ciertamente peyorativa la palabra raza. Por ello lentamente el término hispanidad fue ganando posiciones y en España se utilizaría oficialmente desde el decreto de la Presidencia del Gobierno de 10 de enero de 1958, comenzándose a denominar Fiesta de la Hispanidad.

Se conserva una interesante crónica de hace 98 años, en la que se nos detalla como se celebró el Día de la Raza en la ciudad de Toledo. El acto principal tuvo lugar en el Teatro de Rojas, celebrándose una velada a la que asistieron las autoridades del momento, así como determinadas autoridades locales; a ellos se sumaron los alumnos de las escuelas nacionales con sus correspondientes profesores, presidiendo el acto José Benegas, alcalde de la ciudad, el cual vistió «uniforme de jefe superior de Administración civil». El Teatro de Rojas y su escenario fueron decorados con banderas y escudos tanto españoles como del resto de países hispano-americanos; fue leído un discurso por Constantino Rodríguez, catedrático de Historia del Instituto Provincial, en el cual se alabó la labor conquistadora y colonizadora hecha en 1492, tan criticada y puesta en duda en nuestros días, después de los abusos y excesos cometidos por los primeros españoles que llegaron a las Américas. También intervinieron en el acto un alumno del propio instituto llamado Ramón Barros, otro del seminario -Mariano Martínez- y uno más de la Academia de Infantería -Alberto Pérez García-, quien leyó un poema que fue del gusto de todos los presentes. El delegado de la Unión Ibero-Americana, Juan Moraleda, dio lectura a un trabajo titulado 'Toledanos en América'. Al finalizar el acto entre todos los niños presentes de las escuelas, se repartieron cartillas de ahorro que fueron costeadas por el ayuntamiento toledano. La parte musical del acto corrió a cargo de la banda de la Academia de Infantería de Toledo. 

La prensa histórica (revista Toledo de 1924) nos recuerda algunas efemérides en las que Toledo ha unido simbólicamente lazos con América, como ejemplo aquel año de 1528, fecha en la cual visitaron la imperial ciudad dos personajes muy ligados con nuestro continente hermano: uno de ellos Hernán Cortés y el otro Francisco Pizarro, los cuales llegaron a nuestra ciudad para visitar al emperador Carlos I, que se encontraba en ese momento en Toledo. La huella del nombre de Toledo, se perpetuó -añade el cronista- con la denominación de múltiples localidades a las que se le dio este nombre; por ejemplo, Toledo, como municipio de Colombia o el cantón de Bolivia denominado Toledo, en la provincia de Poopó; también hay una provincia en Uruguay en el departamento de Canelones. También hay otras localidades toledanas con presencia en el otro continente, como Talavera de la Reina (distrito del Perú y villa en Bolivia), Mora (isla de Puerto Rico y municipio de Venezuela), Illescas (municipio de Uruguay), Oropesa (distrito de Perú y antiguo nombre del departamento de Cochabamba en Bolivia) y Ocaña (provincia de Colombia). 

En otros países latinoamericanos este día lo han venido denominando de diferentes formas como Día del Encuentro de Dos Mundos (Chile), Día de la Raza y la Hispanidad (Colombia), Día del Encuentro de las Culturas (Costa Rica). Día de la Resistencia Indígena, Negra y Popular (Nicaragua) o Día de la Interculturalidad y la Plurinacionalidad (Ecuador). La celebración de la Virgen del Pilar que coincide con esta fecha, tiene también un gran calado en el calendario festivo y litúrgico y su origen proviene de 1892, cuando tuvo lugar el cuarto centenario de la llegada de Cristóbal Colón a América. En ese momento el presidente Antonio Cánovas del Castillo, conocedor de que los Estados Unidos también celebrarían esta efeméride intentó acaparar protagonismo cultural, decretando que el día 12 de octubre fuera el Día Nacional de España, quedando unida de una manera muy curiosa la Virgen del Pilar a todo el territorio nacional, convirtiéndose por tanto en nuestra patrona. Pocos años después se comenzaría a gestar la idea del Día de la Raza, como ya hemos señalado siendo por lógica la Virgen del Pilar la Patrona de la Raza.