La crítica -
Por Juana Samanes
Aquellos que hayan leído algo de la Historia del cine conocen que, tras oropeles y bambalinas, había también un submundo oscuro, donde en fiestas privadas no solo se cosificaba a las aspirantes a actrices, sino a todo aquel que era capaz de pasar por el aro para triunfar en el celuloide. Pues bien, el director Damien Chazelle, que nos tenía acostumbrados a un cine elegante con películas como Whiplash o la oscarizada La La Land, donde la música tenía un papel importante, ha decidido mostrar explícitamente en imágenes esas orgias donde ocurría absolutamente de todo.
Argumentalmente, si tuviéramos que definirla de forma popular, es como el reverso oscuro de Cantando bajo la lluvia, porque se desarrolla en el mismo periodo, finales de los años 20 del pasado siglo XX, y narra la aparición del cine sonoro y los dramas personales que acarreó para muchos intérpretes del mudo, que no supieron o no pudieron adaptarse a esta innovación acústica. Todo esto narrado a través de un reparto coral de metraje excesivo, dura unos 195 minutos, que alargan innecesariamente secuencias que pudieran haberse resuelto en menos tiempo sin mermar el desarrollo.
Como hablamos de Chazelle, está cuidadísimo el apartado musical de Babylon (título por otro lado totalmente adecuado para lo que vemos) ya que la banda sonora de la película es genial.
Aunque para magistral la interpretación de Margot Robbie, que se mete en la piel de una starlette de físico impresionante que quiere hacerse un hueco en Hollywood y cuya voz no le acompaña… No es la única estrella que aparece en el reparto, Brad Pitt arrasa encarnando a un famoso galán que también verá cómo cambia su carrera profesional con la llegada del sonoro. El personaje que resulta absurdo dentro de la trama es el de mafioso drogadicto que interpreta Tobey Maguire. Todos ellos forman parte de un engranaje que describe la ambición desmedida de muchas personas que llegaron a Los Angeles, a comienzos de los años 20, con el objetivo de convertirse en estrellas y acabaron…destrozadas
Siendo como es la película de Chazelle más decepcionante hasta el momento, se nota su maestría en el manejo de la cámara en escenas pobladas de personajes y resulta poderosamente visual mostrando el desenfreno desatado en Hollywood, siendo la directora de producción Florencia Martin, la encargada de plasmarlo.
. A pesar de ello es un homenaje al cine. "Desde esa perspectiva, afirma Chazelle, es una historia típicamente americana sobre un grupo de forasteros y buscavidas, de rufianes e inadaptados, soñadores ilusos que huyeron de sus ciudades natales, plantaron su tienda en un lugar deshabitado y construyeron una industria desde cero en el desierto, y esa industria acabó convirtiéndose en un leviatán de escala mundial". Y su balance es el correcto: " Con toda la gloria y la tragedia que acompañan a esas epopeyas".