Sinopsis oficial
Cuando una ruptura interdimensional altera la realidad, Evelyn (Michelle Yeoh), una inmigrante china en Estados Unidos, se ve envuelta en una aventura salvaje en la que solo ella puede salvar el mundo. Perdida en los mundos infinitos del multiverso, esta heroína inesperada debe canalizar sus nuevos poderes para luchar contra los extraños y desconcertantes peligros del multiverso mientras el destino del mundo pende de un hilo.
La crítica -
Por Juana Samanes
Si tanto en las últimas entregas de Spiderman como del Dr. Strange han explotado argumentalmente el multiverso, con bastante fortuna en taquilla, ahora le toca el turno a la original Todo a la vez en todas partes que a su desbordante imaginación se une un contenido con lecturas más profundas que las mencionadas películas de superhéroes. Que el proyecto tiene su interés se demuestra en que dos actrices veteranas, con tanto talento y curriculum, como son Michelle Yeoh y Jamie Lee Curtis se han apuntado al proyecto a pesar de su rareza.
Una mujer chinoestadounidense, que tiene problemas con la declaración de la renta, se verá abocada a luchar con nuevos poderes, en mundos infinitos del multiverso, cuando se produce una ruptura interdimensional. Al mismo tiempo tendrá que intentar recomponer el orden de su familia.
Esta es una aproximada sinopsis argumental porque la originalidad de Toda a la vez en todas partes radica en que su desarrollo es una auténtica locura, de montaje picadísimo y caótico, cuya protagonista va saltando sin pausa de una situación a otra, de un mundo a otro. Dirigida, escrita y producida por Daniel Kwan y Daniel Scheinert, conocidos como Daniels (Swiss Army Man), ni ellos mismo saben como definirían esta película que mezcla ciencia ficción, acción, humor, drama familiar y Kung fu. Se t trata de una de esas películas de cine independiente que ha triunfado en Estados Unidos entre un público ávido de experiencias diferentes y que puede llegar a otros debido al boca a boca.
Es cierto que hubiera funcionado mejor si sus excesivos 139 minutos de metraje se hubieran resuelto en 100, ya que argumentalmente no se hubiera perdido nada. Pero su largo metraje permite que sus directores y guionistas den rienda suelta a situaciones rocambolescas muy imaginativas (ellos han confesado que algunas de ellas las crearon con el solo objetivo de provocar la carcajada). Así, es imposible no reírse con los diversos duelos que protagonizan la maravillosa actriz Michelle Yeoh frente Jamie Lee Curtis, en concreto uno de ellos con dedos con forma de salchichas de frankfurt.
No obstante, el fondo este film contiene lecturas interesantes sobre las elecciones que hacemos en la vida y nos marcan, sobre las relaciones matrimoniales, pero también materno filiales. De hecho apunta algo real: en general solemos ser mucho más exigentes con la pareja que hemos elegido para compartir nuestra vida que con los hijos con los que hay una brecha generacional.
Uno de los ganchos de la película, que produce más empatía con la abnegada y estresada protagonista, es las dificultades que tiene con el Fisco, está claro que es un tema universal. Igualmente, los aficionados a las películas de la factoría Disney descubrirán también que el personaje interpretado por Michelle Yeoh es una madre similar la de Los increíbles, capaz de llegar a todo.