La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Quintanar de la Orden ha decretado para F. J. C. C., marido de la mujer muerta a puñaladas el pasado día 11, el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza porque se le imputa de forma provisional como presunto autor de un delito de asesinato con el agravante de parentesco, según detalla el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha en un comunicado. No obstante, recalca que todas las hipótesis posibles sobre el caso están abiertas a la espera de más avances en la investigación. Por su parte, el abogado del acusado recurrirá este auto de prisión, según afirmó el portavoz de las dos familias, José Bernardino Tello, quien apostilló que consideran «injusta» la decisión.
El esposo de Isabel Laureana Cebrián Ruiz fue detenido poco después de que él mismo se desplazara hasta el cuartel de la Guardia Civil de Quintanar de la Orden e informara del hallazgo del cuerpo en el domicilio conyugal. Entonces, se decretó el secreto de sumario para las diligencias previas, mientras continúa la instrucción en la sede judicial.
El acusado defendió su inocencia en la declaración voluntaria realizada ante la titular del Juzgado de Instrucción Número 1 de Quintanar de la Orden. Al respecto, la jueza había ordenado una prórroga en su detención para que continuaran las investigaciones hasta ayer. En este sentido, el plazo concluía y, por eso, la jueza tomó la decisión del ingreso en prisión de F. J. C. C.
familias «muy dolidas». El acusado iba a ser trasladado ayer desde el cuartel de la Guardia Civil de la localidad manchega de Villacañas a la prisión de Ocaña, tal y como señaló el portavoz de los allegados, mientras las dos familias se mostraban «muy dolidas» por la decisión. Al respecto, el portavoz comentó que el auto judicial no señala cuáles son los indicios, por lo que el recurso quedará por ello limitado.
Tello recalcó que confía en los avances de la investigación y en la pronta resolución del caso para la captura de «los verdaderos culpables». En este sentido, tanto la familia de la mujer asesinada como la de su esposo defienden la inocencia de F. J. C. C.. Así, se remiten al comunicado redactado apenas 48 horas después del asesinato, en el que pedían que las pesquisas fueran más allá de la violencia de género y se orientaran hacia otras hipótesis.
El esposo encontró el cadáver de Isabel Laureana en la cocina de la vivienda de la calle Moral y presentaba numerosos cortes y lesiones en la cara, los brazos y el tronco. Además, tenía una herida mortal en la yugular.
La investigación de la Guardia Civil se ha centrado en la comprobación de los movimientos del acusado a lo largo del día en que se cometieron los hechos, teniendo en cuenta que pasaron horas desde la muerte al descubrimiento del cadáver. El hombre afirmó que regresó al domicilio después de haber estado de compras. Así, los agentes han revisado los vídeos de las cámaras de bancos y comercios ubicados en el recorrido de F. J. C. C. durante ese día 11.
Las familias apuntaban días después del asesinato que se deben investigar otras teorías, como que la mujer fuera víctima de un robo en la vivienda, puesto que se han repetido hechos de este tipo en la cabecera de la comarca de La Mancha en los últimos años, incluso con los propietarios dentro de las casas.