El viaje a ninguna parte de la Vía Verde de la Jara

J.Moreno
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Incredulidad del alcalde de Sevilleja de la Jara por la instalación de señales turísticas en la N-502 sobre la Vía Verde, cerrada desde 2021

El viaje a ninguna parte de la Vía Verde de la Jara

El alcalde de Sevilleja de la Jara, Faustino Ollero, viajaba por la N-502 hace unas semanas y observó a unos currantes extendiendo hormigón y levantando una señal. «¿A quién se le ha ocurrido? ¿A quién se le ha trasnochado?», se decía a sí mismo incrédulo. En la misma cuneta de la carretera que comunica Ávila y Córdoba y atraviesa la comarca de La Jara, figuran desde entonces cinco indicadores similares de promoción de la Vía Verde de la Jara, oficialmente cerrada desde hace casi dos años y medio.

La incredulidad del alcalde aumentó cuando recordó que la Mancomunidad de la Vía Verde de la Jara colocó unas señales pequeñas hacia 2011, eliminadas posteriormente por las supuestas distracciones en los conductores.

«No sé a quién se le ha ocurrido. Es una ocurrencia», reprocha el alcalde por la falta de ayudas de las administraciones públicas para levantar de nuevo la Vía Verde de la Jara y la inversión de dinero en la señalética. Desde 2018, no hay órgano gestor que tome las riendas de esta infraestructura propiedad de la entidad pública Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF). El itinerario deambuló tres años más hasta el cierre apuntillado por un desprendimiento de piedras.

Ollero asumió el cargo de alcalde en 2013 y le tocó de pleno el proceso de disolución de la Mancomunidad de la Vía Verde de la Jara en 2018, ahogada por las deudas.

La agrupación de municipios jareños se constituyó el 27 de marzo de 2006 y estaba formada por Calera y Chozas, Aldeanueva de Barbarroya, La Nava de Ricomalillo, El Campillo de la Jara y Sevilleja de la Jara; más tarde, en 2009, se unieron La Estrella y Puerto de San Vicente. Entre las obligaciones de la mancomunidad, figuraba el pago de un alquiler a ADIF que superaba los 10.000 euros al año.

El objetivo: la conservación de la Vía Verde de la Jara, un viejo trazado ferroviario frustrado de 52 kilómetros. Por el que no pasa ya, por ejemplo, la prueba ciclista 'Talajara', obligada por el cierre oficial.

«No vemos solución. O viene la Diputación o la Junta y hacen algo», indica. Precisamente, las señales turísticas instaladas en la N-502 probablemente formen parte de la inversión de 30 millones de euros de la Junta para la colocación, desde marzo de 2023 y con un plazo de dos años, de 2.186 señales de tres tipos diferentes y 1.094 protecciones en las carreteras de CLM. La financiación se apoya parcialmente en fondos europeos, mediante el programa Next Generation y como parte de una de las Acciones de Cohesión del Gobierno regional aprobadas por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

Pese a la señalización, continúa vigente el ya inveterado aviso de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, garante del programa Vías Verdes. «No está permitido circular por la vía, siendo de total responsabilidad de los que no respeten esta advertencia. Debido al estado de conservación y a los serios problemas de seguridad que se derivan (mal estado del firme, falta de iluminación en los túneles y falta de gestión desde 2018)», alerta.