«Talavera fue la primera ciudad que alegó al valor catastral en el momento preciso»

Leticia G. Colao
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El Plan de Ordenación Municipal redactado en lo que Aurelio Vázquez define como «años locos» de la construcción, están ocasionando los problemas que ahora denuncian desde Apovata, Asociación de Afectados por la Ponencia de Valores. Lo que en otros tiempos parecía un factor de enriquecimiento, ahora lo es de empobrecimiento, indica. Los impuestos que esto conlleva y el nulo desarrollo urbanístico de estos terrenos en décadas ha puesto en pie a numerosos propietarios que buscan una salida «real y justa».

El IBI se ha convertido ahora en el principal caballo de batalla de Apovata ¿En qué momento se encuentra la ‘lucha’ con el Ayuntamiento?

Yo diría que el problema de raíz no es el IBI, el problema es la valoración catastral, y el IBI y el IRPF y el impuesto de sucesiones y donaciones y el impuesto de transmisiones patrimoniales, es una consecuencia de un valor catastral desorbitado e injusto. ElIBI es el caballo de batalla porque es el impuesto que año tras año nos da en el cogote pero si tú quieres vender o heredas un bien, te das cuenta que hay otros impuestos que te dan en el cogote. El problema está en una valoración catastral que el propio catastro establece como media en 1.450 euros metro cuadrado de la vivienda y hoy la vivienda nueva ronda los 1.000 euros y la media de todas las viviendas nuevas y viejas según el estudio de mercado que Apovata ha realizado está en 858 euros por metro cuadrado, es decir, que a la hora de cobrar se paga sobre 1.450 ya la hora de vender sobre 858 y si es el banco o la propia administración la que se tiene que quedar con un bien porque no pagas su deuda, lo valora, por ponerte un ejemplo, en 500. Dicho de otro modo, que depende quien va a cobrar el valor es uno u otro, y el bien, el mismo.

El valor catastral ha hecho subir estos impuestos, ¿De qué subida hablamos?

Pues entre lo que ha subido el tipo y lo que va a disminuir la reducción este año, nos situamos en el entorno del 15 por ciento. Una finca que ha servido toda la vida para que plantaran cereales, hoy por un papel administrativo tiene que pagar sobre una valoración catastral que en muchos casos se ha incrementado hasta el 1.700 por ciento, cuando los cereales de ese suelo son los mismos y como consecuencia de eso el IBI, ese propietario de tierra, no es capaz de pagarlo porque los cereales no dan ni mucho menos el pago del impuesto y tiene que acudir con su patrimonio fuera de la finca a atender la voracidad de la Hacienda pública.

La importancia de Apovata radica en que es una reclamación colectiva.

Sí, eso es muy importante. Afortunadamente, la sensibilidad de las personas que fundaron la asociación lo hicieron justo a su debido tiempo porque la propia administración en su sistema o procedimiento de consolidar el sistema tributario hace que si no reclamas a su debido tiempo, el impuesto se consolide pero si reclamas antes de que esté consolidado las probabilidades de ganar el contencioso son mucho mayores porque has sido capaz de alegar antes de la consolidación del impuesto. Y Talavera fue la primera ciudad de España y de momento la única que ha sido capaz de alegar en ese preciso momento y ese es el valor que le da a la asociación. En estos momentos, nuestra reclamación está en el Tribunal Económico Administrativo Central, el TEAC.

Como consecuencia de todo esto, también solicitan desde Apovata la modificación del POM y de la gran cantidad de terreno urbanizable. Parece que el Ayuntamiento está estudiando llevarla a cabo.

Hasta que no resuelva el problema tributario no estaremos satisfechos porque ahora sólo hemos tenido buenas palabras y menos hechos.La Administración mira hacia otro lado mientras siga cobrando, es la realidad.

El problema que denuncian es que se gravan unos terrenos que no tienen expectativas de futuro para desarrollarse urbanísticamente.

Esto es otra de las incongruencias, la ley del suelo dice que un suelo urbano lo es cuando sea realmente urbano, es decir, cuando estén metidas las infraestructuras de agua, luz, desagües y las calles hechas, cuando tú como propietario tienes ya la posibilidad de vender a un tercero para que ese suelo se convierta en vivienda, cuando adquieres ese derecho y es lógico que pagues en función a un suelo urbano, pero la Ley de Catastro dice que será urbano cuando la Ley de Catastro o un plan como el POM lo incluya como terreno urbanizable. Porque a una ley del catastro le convenga cobrar un suelo como urbano aunque siga durante muchos años para sembrar cereales, porque esa imposición para que la administración cobre me la repercutan a mi como propietario... ¿es justo? Siempre a favor de quien hace la ley.