El programa de actuación urbanística (PAU) de La Colegial ha retomado los trabajos previos a la urbanización del proyecto. La última fase de los trabajos de excavación y documentación antes de darle forma se iniciaron hace menos de un mes, devolviendo a la vida una actuación urbanística con mucha historia, paralizada nuevamente hace año y medio.

El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Talavera, Benedicto García, confirma a La Tribuna la vuelta a la actividad en el solar ubicado entre Santa María La Mayor, La Colegial, y Ronda del Cañillo. Los trabajos, ocultos para el resto de la ciudadanía, se iniciaron y pararon en la anterior legislatura por parte de la Delegación Provincial de Educación, Cultura y Deportes, que sancionó a la promotora del proyecto por realizar actuaciones «sin seguir las pautas marcadas» desde el organismo dependiente de Junta de Comunidades. Una vez resueltos los problemas, comienza la última fase de labores arqueológicas que, aunque se esperaban, han supuesto importantes hallazgos con origen incluso en el mundo romano.

«Queda muy poco por excavar, ya está casi todo lo que está planeado de excavar, queda un poquito por lo que se supone que no tardarán mucho», indica el edil.

Así, no se esperan muchos más descubrimientos en una zona que, por su ubicación, en pleno casco antiguo y dentro del Plan Especial de la Villa de Talavera, ya ha dejado ver una parte importante del pasado de la ciudad, «aunque en esta zona todo puede pasar».

En la evolución de la actuación urbanística será fundamental el papel de Cultura, que deberá decidir el tratamiento de estos hallazgos, su conservación y si se hacen visibles o incluso visitables en el marco del proyecto constructivo aprobado para este PAU.

Cabe destacar que la primera fase arqueológica sacó a la luz restos romanos, con 2.000 años de historia, datados entre el siglo I y II d.C. los más antiguos, así como otros medievales e islámicos.

Así, y según ha confirmado García, el proyecto sigue adelante con la intención de la Delegación Provincial de conservar y dejar visibles algunos de estos restos de mayor envergadura.

Proyecto. Antes de iniciarse la fase arqueológica, se conoció la intención de la propiedad del solar para la construcción de un aparcamiento subterráneo, de unos 2.000 metros cuadrados de superficie, que sufrirá algún tipo de modificación para la conservación de estos hallazgos. Sobre éste, se construirá una promoción de unas 30 viviendas, que se unirá a la apertura de dos nuevas calles en esta parte del Casco Histórico.

Se trata de una actuación de singular importancia al ser la única a desarrollar en la zona histórica y más monumental de Talavera, reconocida como Conjunto Histórico que, además supondrá una mejora fundamental de la fachada de la ciudad al río Tajo.

La nueva actuación urbanística traerá consigo la construcción de un complejo residencial, que tomará forma según avancen las obras de urbanización y siempre dependiendo del juicio final de Cultura.

Asimismo, se abrirán dos nuevos viales aprovechando esta actuación, que modificarán el callejero de Talavera en la zona más meridional del Casco. Una de ellas unirá la plaza del Pan tras Misa de Una con Ronda del Cañillo -junto al restaurante Raíces- que en principio podría ser el acceso al aparcamiento subterráneo, y otra, en paralelo a Cañillo, que saldrá a la plaza de San Jerónimo, junto a la iglesia de Santa Catalina y el complejo ahora en ruinas de los Canónigos.