Toledo ganará en sostenibilidad, nuevas tecnologías e inteligencia en los próximos meses gracias a una serie de iniciativas promovidas por la entidad empresarial ‘Red.es’, que ha puesto en marcha junto al Ministerio de Fomento un programa ligado a mejoras tecnológicas en distintas áreas, que dotará al Ayuntamiento con cerca de un millón de euros para llevarlas a cabo.

La movilidad parte como área clave en las ‘smartcities’, consideradas ciudades inteligentes, tal y como se denomina a las urbes integradas en estos retos tecnológicos que posibilitan a los ayuntamientos ir muchos más allá de la organización administrativa. Respecto al tráfico, Toledo tiene en mente varios proyectos destinados a mejorarlo y a fomentar el uso del transporte público. Los técnicos municipales, junto a la consultora externa Deloitte, han elaborado durante meses la documentación necesaria para optar al programa dejan constancia de que uno de los retos principales es aumentar en 61.300 euros los ingresos derivados de los autobuses, sin olvidar también la posibilidad de reducir en más de 1.000 toneladas las emisiones de CO2 al año.

Para ello, la Concejalía de Movilidad plantea dos proyectos, uno destinado a mejorar el control de acceso al Casco, hasta ahora mediante los ejes peatonales, y una aplicación informática que permita planificar rutas y facilitar información al ciudadano sobre el transporte público a fin de optimizar los desplazamientos.

La primera iniciativa, el control de acceso mediante OCR al Casco,   está muy ligada a la actividad de la sala de control de tráfico ‘Juanelo Turriano’, que gestiona las pilonas de los ejes peatonales a través de un interfono de comunicación. Si bien, al Ayuntamiento le interesa   instalar cámaras de lectura automática de matrícula para permitir el acceso a vehículos autorizados, es decir, residentes, vehículos de emergencia, de carga y descarga y otros que circulan a diario por el Casco.

Con esta iniciativa se persigue mejorar las condiciones de movilidad, reducir la accidentalidad, aumentar la seguridad vial, disminuir la congestión del tráfico y limitar el ruido, pero también ahorrar en emisiones de CO2, ya que se reduce en un minuto el tiempo de espera del vehículo encendido en los ejes peatonales,  En este caso, la utilización de cámaras de reconocimiento de carácter óptico que detectará cada vehículo y tomará una foto digital que se reenviarán «de forma automática y en tiempo real» al centro de control, en este caso la sala Juanelo Turriano, y posibilita un mayor control porque en caso de infracción existen suficientes pruebas para proceder a la denuncia y liberar a los policías y agentes de movilidad de parte de esta tarea.

En total, la instalación de estas cámaras costará 193.600 euros. En principio, el gasto llama la atención, pese a que lo sufraga Fomento, pero este nuevo sistema también permite un ahorro sustancial  al Ayuntamiento en emisión de tarjetas de acceso, unos 34.000 euros anuales, puesto que cada una tiene una vida útil de cuatro años y un coste de 40 euros.

segundo proyecto. La Concejalía de Movilidad también quiere poner en marcha una app para que los usuarios dispongan de suficiente información para optimizar sus rutas en medios de transporte o incluso a pie. La aplicación irá dotada de un sistema  de geocalización para conocer la situación del usuario y se combinará con mapas on line, como los que ofrece Google.

El objetivo final es conseguir un incremento de pasajeros del 2% este año, lo que comporta 61.344 euros más de ingresos. Los cálculos son bastante reales, según los técnicos, puesto que el Plan de Movilidad Urbana Sostenible calcula un incremento del 10% del uso del autobús en el año 2027. Además, también se produciría un ahorro de más de mil toneladas de emisiones de CO2 al año.

Gracias a la información se podrá conocer las paradas, conexiones y calcular el trayecto más corto. Además, se incluirán los horarios  del transporte público todos los días de la semana «para optimizar el tiempo del viaje». Los técnicos calculan que la app saldría adelante por 36.300 euros.

Con ambos proyectos, planteados para ejecutarlos en una primera fase, Toledo potenciaría servicios, «más eficientes y de mayor calidad para el ciudadano» que se sumarían a otras iniciativas que ya lidera la ciudad desde hace tiempo como el Plan de Movilidad Urbana Sostenible aprobado en 2012, basado en mejoras para este área a corto, medio y largo plazo, pese a que buena parte aún no se han materializado. El documento proponía la incorporación de carriles bus para agilizar el tráfico, la creación de una estación intermodal en Safont y otras medidas destinadas a fomentar el uso del transporte público.