Los galveños amanecieron ayer con sospechas sobre el agua. El aspecto y el olor delataban la contaminación que confirmaron los técnicos. Los análisis efectuados apuntaban a una posible filtración de purines en el abastecimiento a los hogares. El Ayuntamiento reaccionó y publicó un bando en el que informaba del mal estado del recurso para beber o para cocinar. La causa y el lugar donde se ha producido la filtración se conoció enseguida y se procedió a la reparación, aunque no hay un tiempo previsto para la resolución. A este respecto, el Consistorio calcula que se tardarán días en devolver el suministro con normalidad.

A tenor de los testimonios vecinales, el jueves por la noche, algunos detectaron anomalías en el servicio, aunque no fue hasta la mañana siguiente cuando se extendió la contaminación. «Salía oscura y con olor», decía un vecino a este diario que había cargado el coche con 30 litros de agua potable en garrafas como primer remedio a la falta de abastecimiento. Las tiendas se quedaron sin mercancía, por lo que la gente compró fuera de la localidad.

Antes del mediodía, la empresa Aqualia advertía al presidente de la Mancomunidad Aguas Cabeza de El Torcón y alcalde de Menasalbas, José María García, de la grave incidencia, inédita en los cuatro años que lleva al frente de la agrupación y en los ocho como regidor. «Parece una filtración de purines», comentaba a este diario y agregaba que se desconoce el origen de la contaminación a la tubería que abastece a la localidad de Gálvez, con unos 3.200 empadronados y perteneciente a la comarca de Los Montes de Toledo. En este sentido, agregó que los profesionales saben que no se deben hacer vertidos.

La incidencia se ha detectado en las tuberías de la Mancomunidad Aguas Cabeza de El Torcón, concretamente en una arqueta ubicada en el término municipal de Totanés, que ha motivado la prohibición del consumo de uso humano en Gálvez, única localidad afectada por esta medida preventiva.

El Ayuntamiento de Gálvez publicó un bando y ha avisado por megafonía a los vecinos en el que alertaba de la prohibición del consumo de agua para uso humano, aunque sí puede destinarse a otros fines, pero turbia y con olor.

García, que mantuvo ayer conversaciones con el alcalde de Gálvez, Manuel Fernández, señaló que los técnicos, de la Junta de Comunidades, la empresa concesionaria de la gestión del agua Gestagua y la propia Mancomunidad, seguían trabajando horas después en la limpieza del depósito que abastece al municipio de Gálvez para poder autorizar de nuevo el consumo en los hogares. En este sentido, depende del visto bueno de los servicios de la Delegación de Sanidad de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para el restablecimiento de la normalidad en el suministro.

El alcalde de Gálvez informó en un comunicado que el servicio se restablecerá «en los próximos días», por lo que los técnicos no han dado una fecha concreta de resolución del problema. Así, apostilló que los operarios trabajan para reparar la contaminación causada en una tubería que va desde Cuerva a Gálvez «en el menor plazo de tiempo posible».

Respecto a la causa de la contaminación, hay que apuntar que durante el verano de 2014, cerraron las dos plantas de tratamiento de purines para cogeneración energética existentes en  la provincia, la de Consuegra y la de Polán. Estas plantas ya habían parado la actividad en el mes de febrero tras conocerse la intención del Ministerio de Industria de recortar las subvenciones a fuentes de energía renovables.