Castilla-La Mancha cierra 2017 creciendo a buen ritmo -su PIB aumenta un 2,8 por ciento- pero ligeramente por debajo de la media estatal (3,1 por ciento) y lejos del impulso experimentado a lo largo del pasado año en las regiones del Levante (Valencia y Murcia), Baleares y Canarias.Así lo apunta la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) en su último panel de previsiones, hecho público ayer, y donde se vislumbra una ralentización de la economía en las zonas de interior, especialmente en comunidades como Extremadura y Castilla y León, donde el crecimiento del PIB apenas superó el 2 por ciento.En el plano trimestral, de las estimaciones de crecimiento presentadas por la AIReF se desprende una ligera desaceleración de la economía regional entre octubre y diciembre, en relación al impulso que vivió la economía regional durante la primavera y el verano pasados. En concreto, se pasó de crecer durante dos trimestres consecutivos al 0,8 por ciento a un 0,6.