Adiós a la resaca

DPA
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Un trabajo de investigación con sello español apunta a las propiedades beneficiosas de una molécula sobre los efectos cerebrales del consumo excesivo de alcohol

 
Quienes con frecuencia se despiertan con el dolor de cabeza, temblores y malestar propios de la resaca, están de enhorabuena. Y es que un trabajo de investigación con sello español apunta a las propiedades beneficiosas de una molécula sobre los efectos cerebrales del consumo intensivo de alcohol. 
La base de este estudio parte del descubrimiento, hace 10 años, de la molécula oleoiletanolamida (OEA), un compuesto hallado en el chocolate negro que ayuda al organismo a tener la sensación de saciedad. Posteriores análisis encontraron que el intestino segrega esta partícula y, a partir de ahí, se abrió la puerta a la lucha contra distintas adicciones, entre ellas el alcoholismo. 
«La inflamación causada por el consumo excesivo de alcohol perjudica al cerebro y provoca que la toxicidad cerebral sea más grave», explicó ayer la doctora Laura Orío, de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid. «Estudios previos, liderados también por investigadores nacionales, indicaban que la molécula se libera, producida por el intestino, cuando se bebe en exceso. Se pensó, por tanto, que la OEA podría ser una señal del organismo para frenar el daño», añadió. 
Orío todavía no se cree la repercusión que su descubrimiento está teniendo. Su trabajo le ha valido el Premio Joven Investigador otorgado por la Sociedad Internacional de Investigación sobre Drogas y, gracias a él, ya tiene el billete de avión para Sydney, donde, en unos días, presentará su estudio ante la audiencia del V Congreso de dicha sociedad. 
A pesar de las posibles aplicaciones del hallazgo para paliar la resaca, la española insiste en que su análisis se centra en los daños perjudiciales del consumo masivo de alcohol por inflamación en el cerebro y, por lo tanto, en la corteza frontal. Efectivamente, observó que al administrar la OEA junto con cantidades elevadas de alcohol, la molécula reducía la activación inmune y los marcadores de daño neuronal de las ratas. 
En el proceso de investigación, el equipo comprobó otros beneficios, como una mejora en el estado anímico. «No hemos realizado una investigación para paliar los efectos de la resaca, pero eso no significa que los resultados obtenidos no puedan tener también esa aplicación», aclaró Orío. 
 
Financiación. El siguiente paso será comprobar el mismo efecto reparador en humanos. Un proyecto que está dando sus primeros pasos y que está pendiente, entre otras cosas, de financiación. 
Pese a todo, la investigadora es prudente. «Mi exposición aún no ha tenido lugar y seguimos pendientes de su publicación en la revista Addiction Biology», apuntó. Pues en ciencia, «hasta que algo no está publicado, no está aceptado»lamentó.