El Ayuntamiento de Toledo debe 60 millones de euros a los bancos y otros 10 millones a sus proveedores. «Una pasada», exclama José López Gamarra, viceportavoz del PP municipal, que saca los datos de la documentación entregada a los concejales en la última Comisión de Hacienda celebrada el pasado viernes. La situación «es muy grave», sentencia.
El concejal del PP explica que la reunión tuvo un inicio caótico. El representante de IU no acudió y faltaba uno de los socialistas de manera que la presidenta tuvo que llamar «deprisa y corriendo» para equilibrar las fuerzas porque estaba «perdiendo todas las votaciones».
Entre los expedientes que se revisaron destaca un reconocimiento de deuda por facturas impagadas con un valor total de 1,14 millones fechadas 9, 18, 24 y hasta 30 meses atrás. «Luego el PSOE alardea de que paga bien. Que no cuenten milongas. Pagan tarde, mal o nunca».
Gamarra señala que el problema es que los presupuestos se hacen a la medida, inflando los ingresos, y al final la entrada de dinero es insuficiente para dar cobertura a los compromisos.
También se tramitaron modificaciones de crédito utilizando 1,2 millones de ahorros -conseguidos por la ampliación del periodo de amortización del crédito suscrito para pagar a proveedores- con el fin de pagar facturas acumuladas y para que el alcalde «inicie su campaña de propaganda».
Otra decisión que el PP no comparte es el traspaso de 48.000 euros desde la Concejalía de Bienestar Social a la Empresa Municipal de la Vivienda. Según Gamarra se pierde el 8% que cobra la EMV al Ayuntamiento y la concejal se queda sin trabajo. «¿A qué se va a dedicar los próximos ocho meses, a labores del partido?», pregunta.
En cuanto a la deuda viva, lo que se debe a los bancos, si bien sigue por debajo del 75% permitido (sobre ingresos corrientes), está en 60 millones que es una cantidad superior a lo que estaba previsto para estas alturas del año
dinero guardado. El índice de morosidad (periodo medio de pago a los proveedores) mejora porque se reduce un día lo que se tarda en pagar. Pero se consigue gracias ha que han dejado aparcadas facturas por valor de 1,3 millones de euros con más de tres meses de antigüedad que aún no han sido reconocidas. La operación permite un alivio y que el Ministerio de Hacienda «no regañe» al Gobierno municipal.
En todo caso, Gamarra no lo entiende porque asegura que existen 9 millones de euros guardados en la caja del Ayuntamiento. «¿Por qué no paga si tiene liquidez?». La pregunta se queda sin respuesta por ahora.
Dinero. Otros datos que se facilitaron a regañadientes es que la deuda comercial -sumando el Ayuntamiento, los Patronatos de Turismo, Deporte y Música y la EMV- era de 8 millones a mitad de año pero ya ha subido a los diez.
Los funcionarios también certifican que no se va a cumplir el ahorro de un millón de euros previsto en el plan de ajuste por el nuevo contrato del transporte (ya que no se ha producido).
Avisan, así mismo, que el nivel de deuda esperado será difícil de conseguir y el PP recuerda que el alcalde ha empeorado la cosa pidiendo otro crédito de tres millones a corto plazo para pago a proveedores que tiene que devolver con los impuestos que recaude este año.
Mañana jueves se someterán a la votación del Pleno del Ayuntamiento todos estos expedientes y el Gobierno municipal dará cuenta de los informes de morosidad, cumplimiento del plan de ajuste y estado de ejecución del presupuesto.