El proyecto del nuevo Mercado de Abastos de Talavera sufrió a mediados del mes pasado un inesperado revés, ya que la empresa que se va a encargar de su gestión -Técnicos de Gestión Integral de Proyectos y Construcción S. L. (IPRO)- se encontró con la inesperada sorpresa de tener que verse sometida a un estudio arqueológico oficial, debido a que unos cambios planificados en la zona donde se encuentra el sótano podían alterar los restos de la antigua iglesia de los Jesuitas sobre los que se levantó el inmueble.

No obstante, este contratiempo parece superado ya porque la propia compañía gestora ha decidido que no llevará a cabo ningún trabajo que pueda afectar a la parte del templo que aún se conserva. Así lo apuntó a este diario la concejala de Artesanía y Comercio, Alicia Godoy, quien además resaltó que IPRO ha puesto en conocimiento del Ayuntamiento esta circunstancia para que se agilice la licencia de obra que necesitan para remodelar las instalaciones.

En un primero momento los responsable del proyecto habían previsto comenzar la rehabilitación y el acondicionamiento del edificio en Semana Santa, pero la iniciativa se demoró porque el Consistorio demandó a IPRO una serie de modificaciones técnicas en el plan inicial de obra. Posteriormente llegó la noticia del estudio arqueológico, circunstancia que descolocó por completo y molestó bastante a los promotores , debido a que era algo que no se esperaban porque en ningún momento habían planteado la posibilidad de emprender reformas de gran envergadura.

Además, la empresa no quería en ningún caso llegar al mes de agosto y encontrarse parada, ya que consideraban que en este mes los permisos administrativos se solventan con más lentitud a consecuencia de las vacaciones estivales.

Desde febrero. IPRO se hizo con llaves del edificio en el mes de febrero, mensualidad en la que además el Boletín Oficial de la Provincia publicó el derecho de concesión demanial sobre el inmueble, cuyo valor asciende a más de 966.000 euros, cantidad que se corresponde con el canon que deberá abonar la sociedad gestora al Ayuntamiento talaverano para regir el destino de las instalaciones durante un periodo de 35 años.

La intención de la empresa ha sido siempre abrir el recinto en la Navidad de 2014.