Pescar a través del objetivo de una cámara

Daniel Pérez
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La Escuela de Arte de Talavera acoge hasta el próximo 27 de febrero la muestra 'Viviendo de la Mar' de Marcelino Martín Gombao. Esta exposición refleja el día a día de los pescadores del puerto de Gandía con las técnicas de cerco y arrastre.

El autor de la muestra, Marcelo Martín Gombao, posa con una de sus instantáneas. - Foto: Peña

La fotografía es la mirada del artista en un momento concreto. El objetivo de la cámara son los ojos de un autor que quiere mostrar al público una bella estampa, una denuncia social o simplemente un acontecimiento que sucede ante sus narices. Pues bien, la Escuela de Arte de Talavera acoge desde la noche del jueves hasta el 27 de febrero una muestra de fotografía documental realizada por el madrileño Marcelo Martín Gombao. Titulada ‘ Viviendo de la mar’, su trabajo muestra como es la vida de los pescadores tras convivir durante tres meses con ellos en el puerto de Gandía.

Este proyecto fotográfico explica las dos  prácticas más habituales de pesca realizadas en el Mediterráneo: la técnica de cerco y la de arrastre. La primera de ellas dura alrededor de 12 horas y comienza cuando anochece para concluir a las nueve de la mañana para que comience la subasta en la lonja. Las piezas capturadas son principalmente sardinas, boquerones y pescado azul y su método de funcionamiento es sencillo.

Un barco nodriza lleva una barca de luces, se sitúan en la zona de pesca, colocan la barca de luces y, tras comenzar a dar potencia a las bombillas, los pescados creen que ya es de día y suben para arriba. Cuando ya tienen una masa suficiente, cierran el cerco y los capturan. En las instantáneas que muestran esta técnica de pesca se ven como zarpan los barcos, la celebración de la subasta a viva voz, como se pesa el pescado o como se reparan las redes. «Es todo el proceso desde que el barco sale hasta que llega al puerto y lo que sucede posteriormente en la lonja», indicó el autor.

El otro modo de pesca inmortalizado es el arrastre. Estos pescadores salen a la mar a las 3 de la mañana y regresa a las 16 horas porque la subasta es una hora más tarde. Un barco va navegando hasta una zona en la que descubre que hay mucha profundidad, entonces suelta sus redes que tienen dos kilómetros y capturando a los pescados. En su proceso de regreso al puerto, seleccionan el pescado antes de llevarlo a la lonja.

Se trata de una fotografía documental expuesta cronológicamente que sirve para informar a todos sus visitantes sobre una profesión muy desconocida para los ciudadanos de la zona interior del país. Además de inmortalizar uno a uno algunos de los momentos más importantes de estas técnicas, también son comunes retratos artísticos como una caña de pescar, la salida del sol, una gaviota que aprovecha cuando se cae el pescado para intentar capturarlo o la típica gamba roja del mediterráneo cuyo precio oscila entre los 60 y 120 euros el kilo.