Los comerciantes de la Corredera tachan de ruina al futuro Urban

Daniel Pérez
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Anoche tuvo lugar una reunión entre los propietarios de los establecimientos que se verán afectados por estas obras para intentar buscar soluciones. Todos ellos critican que el Ayuntamiento no les haya informado de nada

Los comerciantes de la plaza del Reloj y la calle Corredera del Cristo están totalmente en contra de las obras de remodelación de la zona. / peña - Foto: Peña

Los comerciantes de la plaza del Reloj y la Corredera del Cristo están totalmente en contra de las obras de remodelación que el Ayuntamiento pretende realizar en la zona a través del Plan Urban según un sondeo realizado por el diario La Tribuna en la zona.  Todos consideran que unas obras de tal magnitud (con un presupuesto de 754.000 euros) supondrían la ruina para muchos empresarios que se verían abocados a cerrar sus establecimientos por las pérdidas que acarrearía el corte total de esta céntrica plaza a los peatones y al tráfico rodado.

Debido a esta disconformidad,  los comerciantes que se verían afectados por este proyecto se reunieron anoche con la intención de buscar soluciones al respecto e intentar conocer los pormenores del Plan Urban que llevará a cabo el Consistorio en la zona. «Oficialmente no sabemos nada», resaltó a este diario el gerente de la Zapatería Mazuecos. Y es que, todos ellos critican la falta de información por parte del Ayuntamiento al respecto de estas reformas.

Unas labores de acondicionamiento que ya se realizaron en la zona hace ocho años. «Cuando levantaron la calle Corredera del Cristo los comerciantes estuvimos cuatro meses bajo mínimos. Ahora que la economía está tan mal, si encima no protegemos a los pequeños empresarios, habrá algunos que tendrán que cerrar», indicó el propietario de La Despensa de Sara.

El principal inconveniente que ven todos ellos es que la situación actual no les permite tener que cerrar durante varios meses o ver mermado el número de clientes durante un largo periodo de tiempo. «Hay comerciantes que viven del día a día por lo que es imposible estar durante 6 o 7 meses con el establecimiento cerrado», aseveró el gerente de la Zapatería Mazuecos.

Por si la remodelación de la zona en sí no provocase las suficientes críticas por parte de los comerciantes de la zona, la fecha para el inicio de las obras ha terminado por despertar el enfado de la gran parte de los pequeños empresarios implicados en el asunto. Y es que, está previsto que comiencen los trabajos a mediados del próximo mes de octubre, una fecha que  provocaría que los ingresos de estos comerciantes durante los últimos meses del año decayesen hasta límites insospechados. «Si hoy en día las ventas van mal, al cortar la calle, nos irá mucho peor», señaló la propietaria de la Pastelería Rodríguez. Ella, como muchos otros empresarios hubiesen preferido que la remodelación de la zona se hubiese realizado durante los meses de verano.

Proyecto. La reforma que se llevará a cabo en la plaza del Reloj y la Corredera del Cristo dejará un único firme para toda la zona, eliminará las aceras, reordenará el tráfico y se plantarán más árboles. La propuesta ganadora del concurso ‘Urban 10+4’ centrado en esta zona emblemática de la ciudad, tiene como objetivo que los vehículos accedan a la plaza por la calle Carnicerías, Arco de San Pedro y Cererías, limitando el tráfico a la calle Mesones. Exactamente hasta esta vía llegaría la hilera de árboles proyectada por el equipo de arquitectos compuesto por Nieves Cabañas Galán, Carlos Asensio Wandosell y María Dolores Sánchez Moya, que tendría como finalidad generar más sombra en la zona para que la plaza del Reloj  concentre a un número mayor de transeúntes a diario.    

Otro de los aspectos claves a reformar será el firme de la zona. Ya que se eliminarán las aceras y el resto de barreras arquitectónicas con la finalidad de organizar el paso de peatones y vehículos. Además, la ampliación del pórtico de la Corredera servirá de nexo de unión entre la plaza del Salvador  y la del Reloj. Esta última también se quedará sin rotonda y sin fuente para que la circulación sea más fluida en uno de los puntos más conflictivos de tráfico de la ciudad.