El agresor de Juan Carlos Leo se enfrenta a 24 años por asesinato

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El fiscal también pide una indemnización de 85.000 euros para los padres del fallecido además de 575 euros por las lesiones que el acusado, Jorge Novillo Díaz Maroto, causó a una segunda víctima

Diez testigos y tres agentes de la Guardia Civil y otros nueve profesionales de la medicina forense y facultativos del servicio de química y drogas además de un policía judicial de Villacañas especialista en técnica policial y dactiloscopia han sido llamados a declarar la próxima semana en el juicio con jurado popular que se seguirá contra Jorge N.D. (un joven de unos 27 años conocido por el alias de ‘Galindo’) por la muerte de Juan Carlos Leo -vecino de La Puebla de Almoradiel- fruto de las graves lesiones propinadas en un bar de la localidad de Corral de Almaguer en la madrugada del 27 de octubre de 2013.

El Ministerio Fiscal solicita para el acusado una pena de veinte años de prisión por un delito de asesinato con la circunstancia de alevosía por la muerte de Juan Carlos Leo.

Además, añade una pena de cuatro años de prisión por un delito de lesiones con instrumento peligroso, ya que otra persona (J.V.V.) que se encontraba en el local el día de los autos recibió un fuerte golpe con la banqueta con la que el acusado mató al joven Juan Carlos. En este caso, señala el Fiscal en su escrito, concurre la circunstancia modificativa de la responsabilidad criminal de agravante por reincidencia.

Y es que, como se señalan en el escrito del fiscal, el acusado tenía antecedentes penales. De hecho había sido condenado por un delito de lesiones en sentencia sólo unos meses antes de matar a Juan Carlos, el 30 de enero del mismo 2013, aunque estaba suspendida por dos años. Por ello el fiscal solicita ahora la revocación de esta suspensión.

Aquella condena, por la que estuvo 11 meses en prisión provisional, fue por participar en un grave altercado el 8 de agosto de 2009. Hechos que se produjeron en la ‘fiesta de las calderetas’, cuando Jorge N.D., junto a otras dos personas, atacó a un matrimonio en el contexto de una riña multitudinaria. Durante el juicio por este asunto, el sujeto reconoció ser culpable de un delito de lesiones, lo que le sirvió para que le reconocieran el atenuante de arrepentimiento, y que su condena quedara en dos años de cárcel, condena que fue suspendida por carecer, en ese momento, de antecedentes.

En cuanto a indemnizaciones, el Fiscal pide 85.000 euros para los padres del fallecido y 575 para la segunda víctima de Jorge N.D.

En plenitud de facultades. Según el relato de los hechos que manifiesta el fiscal en su escrito de acusación, el procesado  -junto a sus amigos J.T. y S.E- se enfrascó en una discusión con la víctima mortal en la que se profirieron mútuamente palabras mal sonantes. Ante esta situación los acompañantes de Juan Carlos Leo -su novia y un amigo- les separaron, aunque no hubo «ningún tipo de acometimiento físico».

 En este sentido, según narró la abogada de la familia en diciembre de 2013 a La Tribuna la discusión surgió tras caérsele a Juan Carlos el móvil con el que hacía fotos  a su grupo, situación que provocó las risas de   un conjunto de jóvenes veinteañeros que estaban en el local. «Al parecer, se le cayó el móvil, y un grupo de chavales que estaban al lado empezaron a reírse de él. Se acercó y les dijo ‘¿de qué os reís?’ Pero luego no hubo ningún encontronazo y cada uno se quedó con su grupo», narraba la abogada.

Sin embargo, recoge el escrito de acusación del fiscal, y «cuando la situación parecía haberse calmado», habían pasado al menos diez minutos, el procesado «resuelto en el propósito de acabar con la vida de Juan Carlos» cogió un taburete que pesa más de tres kilos y mide 76 centímetros de alto para «de manera sorpresiva estrellarlo contra la cabeza» de Juan Carlos que estaba de espaldas a su agresor.

Fue cuando el acusado cogió el taburete y lo alzó hacia atrás «para imprimir impulso», cuando un cliente del bar, J.V.V., que estaba a la espalda del agresor, recibió un golpe en la cabeza que le causó una herida de unos 3 centímetros encima de la nariz.

El acusado, Jorge N.D., huyó tras caer Juan Carlos desplomado ante el asombro de los presentes en el bar  y fue detenido en la mañana del día siguiente, momento desde el que se mantiene en prisión provisional comunicada. El fiscal señala también en su escrito que Jorge N.D. cuando agredió a Juan Carlos podía estar «agitado o colérico», pero niega que actuara con sus «facultades volutivas disminuidas», es más, afirma que «se encontraba en plenitud de sus facultades de voluntad y entendimiento».

En este sentido, durante el juicio se escuchará la declaración de dos facultativos del servicio de drogas respecto a los análisis realizados al acusado.

Juan Carlos Leo, que tenía 35 años en el momento de los hechos, fallecía tras permanecer hospitalizado casi mes y medio después como «consecuencia fundamental y única», señala el escrito del Ministerio Fiscal, «del traumatismo cráneo encefálico grave, traumatismo maxilofacial,  y complicaciones neurológicas del traumatismo».