Maestro de la gubia, artesano de la madera

J. Guayerbas
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Luis Villarrubia expone hasta el sábado en Benacazón parte de los trabajos realizados en su trayectoria profesional

La Semana Grande del Corpus comenzaba ayer con la apertura de los Patios de Toledo. En uno de ellos, el del Palacio de Benacazón, se inauguraba la primera exposición del artesano local Luis Villarrubia. Con seis décadas de trayectoria profesional al frente de su taller en el Cerro de la Cruz, el artesano repasa hasta el sábado estos años dedicados a los viejos oficios de la madera.

«Comencé con unos 15 o 16 años por arraigo familiar, mi padre trabajaba la madera y yo aprendí con él», indicaba ayer momentos previos a la inauguración de esta muestra que podrá visitarse cada tarde de 18,00 a 22,00 horas, y el sábado también de 12,00 a 14,00 horas.

En la exposición hay obras maestras de un genio de la gubia que trabaja todo tipo de técnicas más allá de la carpintería o la ebanistería. La talla y la taracea no se resisten a este artesano experimentado que ayer llegaba a Benacazón con la colección familiar de bargueños, marcos, atriles y arcas, entre otras piezas en las que se concentra lo mejor de su producción artística.

Para el maestro la pieza que mejor resume su carrera es una puerta de lacería que toma el diseño de la Alhambra de Granada. Para que el visitante conozca la técnica de ensamblaje y talla de esta pieza, Villarrubia expone una muestra del proceso artesano que bebe de la artesanía árabe.

Los bargueños, primitivos escritorios, son parte fundamental de la exposición. «He querido mostrar desde el más sencillo o los más barrocos y elaborados», indicaba mientras paseaba con el equipo de La Tribuna por la sala de exposiciones del Palacio de Benacazón.

En uno de los bargueños, decorativo, Villarrubia ha tallado sobre el abedul la panorámica de la ciudad, así como los puentes de Alcántara y San Martín, junto a las puertas del Cambrón o Bisagra. En uno de los cajones, además, se puede leer la esencia misma de la Ciudad Imperial, y es que Toledo es «historia, tradición, tiempo y leyenda».

Un bajo relieve de Silos en el que se representa el descendimiento de Jesús, y otras piezas entre lo tradicional y la vanguardia, como el atril en forma de girasol y la mesa con un tapete de madera y taracea al más estilo del bordado de Lagartera, completan la exposición de Villarrubia, autor para la Semana Santa de los respiraderos del paso del Cristo de la Humildad.