Terminando de celebrar las bodas de oro, Caja Rural Castilla-La Mancha hace un balance más que positivo del pasado año 2015 y, de hecho, el presidente de la entidad, Andrés Gómez Mora, lo definió ayer como «el año de la consolidación definitiva de la Caja». Así lo hizo durante la presentación del informe de Presidencia con el que comenzó la Asamblea General Ordinaria, en la que Gómez Mora destacó la solidez y el avance de la entidad y el hecho de haber sabido crecer «al ritmo que han ido marcando los tiempos», adaptándose a un mundo que cada vez cambia más deprisa pero «pensando siempre en nuestros socios y clientes».

El presidente de Caja Rural Castilla-La Mancha quiso valorar el importante trabajo de innovación llevado a cabo durante el año pasado, pero también que la entidad no haya perdido de vista «los aspectos que eran válidos hace 50 años, que siguen siendo válidos hoy y que lo seguirán siendo, sin duda, dentro de otros 50 años». Valores como la confianza, la gestión prudente y responsable de los recursos y la cercanía con sus clientes.

El balance de 2015, a su juicio, refleja la «enorme fortaleza en cuanto a riesgo, solvencia y liquidez» y posiciona a Caja Rural de Castilla-La Mancha como «un referente financiero relevante y un operador necesario en Castilla-La Mancha y el centro de España». En este sentido, Gómez Mora recordó el modesto y humilde nacimiento de la entidad para poner en valor que hoy día da servicio a Castilla-La Mancha, Madrid y Ávila, y afirmar que están «preparados para los retos del futuro».

compromiso y lealtad. El compromiso y la lealtad son claves del éxito de la entidad que preside Andrés Gómez Mora, que en su discurso quiso recalcar también la presencia activa de la Caja en su ámbito de actuación. Así, dijo que a lo largo del pasado año recorrieron «miles de kilómetros» visitando las localidades donde se asientan sus ya casi 400 oficinas «para estar con la gente y para conocer sus problemas».

También, añadió, han llevado a cabo una «gran labor de servicio a la sociedad» comprometida con la promoción del empleo de personas con discapacidad y la lucha contra la pobreza y la exclusión social.?

La cercanía y la atención a los socios y clientes ha tenido su reflejo en las actividades llevadas a cabo en el 50 aniversario, entre las cuales destacó especialmente el Encuentro de Cooperativas de Valencia, donde Caja Rural Castilla-La Mancha reunió durante seis días a más de 300 cooperativas agrarias para unir lazos y sellar alianzas en torno a estas sociedades, y la ronda de visitas institucionales a cooperativas agrarias del ámbito de actuación y expansión de la Caja.

El presidente de Caja Rural Castilla-La Mancha manifestó que «después de esa etapa en la que todos nos sentíamos millonarios, tuvimos cabeza fría y por eso ahora no nos duele la cabeza como a otros les está ocurriendo».

Y terminó su informe  celebrando que a pesar de que España se encontraba en el período de mayores «turbulencias» y la crisis estaba dando sus mayores «zarpazos», esta entidad decidió apostar por un proyecto de expansión que, a la vista está, está cosechando resultados muy satisfactorios. Mientras tanto, al sistema financiero español le tenía que rescatar el estado con miles y miles de millones, pero «a nosotros nadie nos ha tenido que dar ni un solo céntimo y esperamos que tampoco nos lo tenga que dar en el futuro», concluyó.