Un destacamento de la Guardia Civil debe intervenir para frenar una bronca en el Pleno de Villaluenga de la Sagra

J.A.J./Toledo
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La Fuerza, al mando de un teniente, desalojó a la oposición por orden del alcalde

La Guardia Civil se ha visto obligada a intervenir para frenar la bronca continua entre PP y PSOE en el Ayuntamiento de Villaluenga de la Sagra, que quedó patente en el último Pleno. Ambos partidos, a pesar de su animadversión, coinciden en que se desplazó un destacamento de dimensiones para calmar una sesión plenaria que se salió de madre. Los ‘populares’ hablan de una decena de efectivos, mientras el alcalde socialista, Carlos Casarrubios, afirma que la fuerza estaba al mando de un teniente. El destacamento desalojó a los ediles opositores por orden del alcalde.

La llegada del Instituto Armado puso el colofón a una sesión plenaria caldeada, en la que se reprodujeron disputas de plenos anteriores.

Llama «sinvergüenzas» al alcalde y al secretario.

Según explica el regidor, el punto culminante de la sesión llegó con unas explicaciones que Casarrubios dio sobre la concesión del Centro de Día municipal, al existir discrepancias sobre la aplicación de este contrato con la concesionaria. A raíz de esto, continúa el alcalde, la responsable de esta concesión les llamó «sinvergüenzas»  a él y al secretario.

Este incidente, prosigue Casarrubios, tensionó al público presente, y optó porque en el turno de ruegos y preguntas, dar por finalizada la sesión tras pedir a los portavoces de PP e IU que le enviaran sus cuestiones por escrito. Pero los concejales del PP, según informa este partido en una nota decidieron no abandonar el salón de plenos hasta que se reanudara la sesión o se diera una explicación de la suspensión de la misma. En ese mismo momento, coinciden ambas partes, el alcalde requirió a las fuerzas de seguridad  para desalojar la sala. El PP tilda la actuación del alcalde de «incomprensible teniendo en cuenta que no se había producido ningún problema de orden público».

El teniente intentó mediar.

Ante el panorama que se encontró, Casarrubios comenta que el teniente les reunió a él y a los portavoces de PP e IU para que alcanzaran un arreglo que evitara intervenir a sus agentes. El alcalde explica que los opositores propusieron al regidor que convocara a la mayor brevedad un Pleno extraordinario que permitiera exponer los ruegos y preguntas de manera oral. Pero Casarrubios explica que se negó al sentirse condicionado en su autoridad. «El problema del PP es que no me reconoce como alcalde», reprochó. Por ello, mantuvo su orden de desalojar el salón de plenos, que fue cumplida por los agentes. La actuación se desarrolló sin problemas, ya que los opositores se fueron sin resistencia.

Aunque el conflicto acabó así por ahora, PP y PSOE no dan muestras de templarlo. Mientras los ‘populares’ acusan al alcalde de «actitud antidemocrática y despótica», este responde que buscan la creación de un «ayuntamiento paralelo» al despreciar al gobierno municipal.