Mientras crecen las voces en el PP que consideran que la implicación en la Operación Púnica de Francisco Granados, el que fuera mano derecha de Esperanza Aguirre, deja «muy tocada» a la expresidenta de la Comunidad y jefa del PP de Madrid, que se escuda en que «no sabía nada» de lo que hacía su consejero entre 2004 y 2009, ésta impartió ayer una lección magistral de política planteando una cuestión cuyo debate trata de solapar su importante desgaste: ¿es Mariano Rajoy el candidato idóneo del PP para las próximas elecciones generales?
El movimiento táctico es excelente. Tras arremeter contra Génova al pedir que se renueve, insistió en que debe haber «más democracia interna en los partidos» para que «los ciudadanos y los militantes elijan a los candidatos». La sombra de las primarias no había pasado por la formación popular, y quién sabe si con este deseo se abren las puertas a una fórmula que goza de gran popularidad en la ciudadanía.
No contenta con tirar con bala contra los altos dirigentes de su formación, fue directa hacia el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Al ser preguntada sobre si debe repetir como cartel electoral a La Moncloa, respondió: «Vamos a ver qué se plantea, no avancemos las cosas».
Con solo esas 10 palabras provocó un tsunami informativo que creció gracias a algunos de sus compañeros, que le afearon su conducta. Inmediatamente después de que saltaran a la luz, a través de Onda Cero, estas explosivas declaraciones, Rajoy optó por ensalzar a la condesa consorte de Bornos y grande de España, al calificarla en un acto como «un gran activo del partido».
«Esperanza Aguirre se equivocó como yo y como todos los que estamos aquí. ¿O es que hay alguien que no se ha equivocado alguna vez en su vida? Yo tengo que ser justo y tengo que ser equilibrado», afirmó el coruñés al ser preguntado si ésta tiene alguna responsabilidad en la trama que ha hecho tambalearse los cimientos de los dos grandes partidos democráticos de España.
Las reacciones no se hicieron esperar, comenzando por el portavoz adjunto del Grupo Popular en el Congreso, Rafael Hernando, que subrayó que es «indubitado» que «el mejor candidato» del PP a la Presidencia del Gobierno es Mariano Rajoy. «Ganó las últimas elecciones con el respaldo de 11 millones de votos. Cualquier opinión que no tenga en cuenta esto está fuera de lugar», recalcó el que muchos consideran látigo dialéctico de Génova a la hora de transmitir sus mensajes.
En la misma línea se expresó el número uno de la Xunta de Galicia y uno de los quinielables para el futuro, Alberto Núñez-Feijóo, quien señaló que «la inmensa mayoría» de dirigentes quieren a Rajoy como candidato. A su juicio, el que ponga en duda su liderazgo «se equivoca profundamente». «Me extraña que haya alguien que se lo platee».
Mientras, el jefe de la Generalitat valenciana y del PPCV, Alberto Fabra, consideró que la polémica afirmación «no es nada oportuna», al tiempo que defendió a su jefe como «la persona adecuada para seguir al frente del Gobierno de España». «Es una opinión de ella, no compartida por mí y por mucha gente del partido», aseguró el levantino, para luego añadir que el trabajo bien hecho y el sacrificio refuerzan a los líderes.