Treinta años de quema al traidor

latribunadetoledo.es
-

La asociación de vecinos 'La Cornisa' se resiste a acabar con la tradicional 'Quema de Judas', que este 2014 ha cumplido tres décadas, a pesar de las dificultades

Treinta años de quema al traidor - Foto: Yolanda Lancha

redacciontoledo@diariolatribuna.com

En Año Greco, y de estreno de la Declaración de Interés Turístico Internacional, tampoco ha recuperado su lugar en el programa de Semana Santa toledana, pero esto no ha impedido que la Asociación de Vecinos ‘La Cornisa’ cumpliese un Sábado Santo más con su tradicional ‘Quema de Judas’ en el Barco del Pasaje. Y ya van 30.  

Se trata de celebración de origen pagano con la que se representa el castigo a la tradición, de Judas a Jesús, y se da la bienvenida al Domingo de Resurrección, el del júbilo y la alegría desbordada para los cristianos.

Un ‘triunfo’ del bien sobre el mal escenificado en la quema de dos ‘Judas’, ella y él, que este año se han debido conformar con arder casi a ras de suelo, y no a metros de altura como ocurría años atrás, montados sobre unas ramas de árboles y unos cuantos periódicos.

Volvieron a ser los bomberos del servicio municipal quienes prendieron fuego a los dos muñecos -ataviados en esta ocasión con llamativos colores- para evitar que se produjeran incidentes como el de hace unos años.

Entonces, un exceso de gasolina provocó un enorme estruendo acompañado de una explosión que asustó a los toledanos que hasta allí se habían acercado, aunque por suerte no se lamentaron daños personales.

Rápido fuego. Este año fueron poco más de dos minutos lo que tardaron en arder los dos muñecos, tiempo que los toledanos allí congregados -aproximadamente tres decenas- aprovecharon para hacer fotografías e inmortalizar así uno de los actos con mayor solera en la Semana Santa de la ciudad, a pesar de que no aparece en el programa oficial.

El presidente de la asociación de vecinos ‘La Cornisa’, Eugenio Martín, explicó que desde hace unos años la Junta de Hermandades y Cofradías de la Semana Santa de Toledo decidió que esta celebración no apareciera en el programa, algo que ha propiciado «que venga menos gente a verlo.

De hecho, esta falta de público está haciendo que el colectivo vecinal se replantee qué hacer para reactivar la fiesta e incluso pensar en dejarla a un lado. Sin embargo, la presencia de algunos niños y jóvenes del barrio en la misma acabaron motivando a los representantes de la asociación a seguir luchando.