El BCE advierte de que tomará medidas si la inflación no sube

Agencias / Fráncfort
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Draghi recorta sus previsiones de crecimiento para la eurozona y asegura que la institución actuará si es necesario, a la vez que mantiene los intereses en el mínimo histórico del 0,05%

 
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, abrió ayer la puerta a ampliar el alcance del programa de compra de deuda soberana si fuera necesario, pero dejó claro que aún no es el momento, aunque la cuestión no se debatió durante la última reunión del consejo de gobierno. 
«Los riesgos a la baja han aumentado para la eterna inflación, pero vamos a controlarlos y el consejo de gobierno está listo y dispuesto a actuar, en caso de que sea necesario, para emplear todos los instrumentos disponibles, entre los que se encontraría el programa de compra de bonos, que cuenta con la suficiente flexibilidad», declaró.
En esta línea, el presidente del BCE informó de que ha elevado el porcentaje máximo que la institución puede adquirir de cada emisión. «Hemos decidido incrementar el límite del programa de compras desde el 25% al 33%», y subrayó «su predisposición y capacidad para actuar» de cara a incrementar sus estímulos monetarios si fuera necesario «usando todos los instrumentos a disposición, en particular el programa PSPP». 
El presidente del BCE reiteró que continuará realizando sus compras por importe de 60.000 millones mensuales hasta finales de septiembre de 2016, como estaba previsto, o «más allá si fuera necesario hasta que se haya producido un sustancial ajuste en la senda de la inflación». 
Por otro lado, Draghi avanzó que los técnicos del Fondo Monetario Internacional han revisado a la baja sus previsiones de crecimiento e inflación para la eurozona como consecuencia de las turbulencias que afectan a las economías emergentes y de la evolución de los precios del petróleo. 
La tasa de inflación interanual de la zona euro se situó en agosto en el 0,2%, en línea con el dato registrado en julio, pero muy por debajo del objetivo de estabilidad de precios del BCE, que fija un alza de los precios ligeramente inferior al 2% en el medio plazo. 
Por su parte, el PIB de la eurozona experimentó en el segundo trimestre una subida del 0,3% en comparación con los tres meses anteriores. 
Con estos datos, las estimaciones del BCE contemplan un crecimiento del PIB de la UE del 1,4% este año, una décima menos de lo esperado en junio, mientras que para 2016 prevé un desarrollo del 1,7%. A más largo plazo, espera que la economía de la zona euro se incrementará en 2017 a un ritmo del 1,8%, dos décimas por debajo de la expansión de junio. 
Estas peores expectativas se deben, según Mario Draghi, a la caída de la demanda externa y el crecimiento más débil estimado para los países emergentes. De este modo, el banquero italiano admitió que los riesgos de la previsión se inclinan «a la baja». 
Además, el consejo de gobierno del BCE decidió este jueves mantener los tipos de interés del euro en el mínimo histórico del 0,05%. El regulador financiero también mantuvo estable el tipo de interés correspondiente a la facilidad de depósito, situado en el -0,20%, así como el dato del 0,30% aplicable a la facilidad marginal de crédito. 
 
PENDIENTE DE CHINA. En cuanto a las turbulencias en los mercados durante las últimas semanas, atribuidas a la situación de la economía china, el presidente del BCE apuntó la importancia de observar la evolución de los acontecimientos y valorar si esta volatilidad es un fenómeno a corto plazo o si se trata de algo más duradero. 
No obstante, la actividad del sector privado de la zona euro registró en agosto su crecimiento más fuerte de los últimos cuatro años, según el índice PMI compuesto, que se situó en 54,3 puntos desde los 53,9 del mes anterior, lo que sugiere un crecimiento del 0,4% del PIB en el tercer trimestre.