El 'Museo Dalí' de Bofill Pellicer abrirá sus puertas en Toledo el 11 de mayo

Francisco J. Rodríguez
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No podrá utilizar ninguna referencia al artista de Figueras al ser marca registrada de la Fundación Gala-Salvador Dalí. La exposición ocupará dos de las tres plantas del edificio y el auditorio del sótano.

La exposición de arte contemporáneo que albergará obras originales de Salvador Dalí en Toledo, concretamente en el edificio de la Cámara de Comercio situado en la céntrica plaza de San Vicente, ya tiene fecha de apertura. Según ha tenido acceso La Tribuna de fuentes de la propia Cámara, el 11 de mayo está marcado en rojo en el calendario como el día en el que tiene que echar a andar, si nada lo impide, el que muchos denominan ya (derechos de marca al margen) ‘Museo Dalí’ de Toledo, un proyecto tras el que se encuentra el coleccionista privado Juan Javier Bofill Pellicer.

Los problemas legales del empresario con la Fundación Gala-Salvador Dalí de Figueres -fue condenado en 2012 por usar la marca registrada Dalí en lo que era popularmente conocido como ‘El Museo Dalí Escultor’ de Barcelona- son el escollo que deberá afrontar la muestra para abrir sus puertas en Toledo, ya que, al contar con derechos de marca, está prohibida la utilización para fines publicitarios y comerciales del nombre del maestro del surrealismo, su imagen, tipografía y cualquier elemento que permita su relación directa.

De esta forma, a expensas de conocer cuál será la fórmula bajo la que se presentará la muestra y qué obras exactamente llegarán a la ciudad, los trabajos en la antigua sede de la Cámara de Comercio han comenzado con labores de limpieza y retirada del mobiliario.

El proyecto de reforma del interior del inmueble, aunque aún no han comenzado las obras, está totalmente trazado.

La Cámara de Comercio de Toledo ha firmado un contrato de alquiler con la sociedad tras la que se encuentra Bofill Pellicer por diez años y la posibilidad de prorrogarse. El arrendamiento incluye específicamente el sótano del edificio, la planta baja y la primera planta; quedando la tercera reservada para uso de la Cámara (piensan mantener allí algunas oficinas), así como la zona de terraza con la que está rematado el inmueble.

El edificio, que cuenta con una portada renacentista (S. XVI) como acceso principal desde la plaza de San Vicente, perteneció al Colegio de Doncellas Nobles y por ello luce en su fachada el escudo del cardenal Siliceo. Tiene con un total de 1.589 metros cuadrados de superficie construida, repartidos en las cuatro alturas antes comentadas. La planta baja tiene un total de 416 m2, la mayoría de los cuales están ocupados por un patio techado decorado al estilo toledano. Esta zona, que encantó a los representantes de la empresa de Bofill Pellicer, no sufrirá modificaciones. Lo mismo sucederá con la primera planta, que cuenta con las mismas dimensiones que la inmediatamente inferior y en la que se encuentra impresionante sala de juntas de la Cámara y varios despachos, todos decorados con artesonado.

La única variación que se piensa introducir en esa planta será la colocación de paneles para trazar un doble circuito expositivo, canalizando el tránsito de visitantes y permitiendo más emplazamientos para obra, lógicamente, gráfica.

La mayor acometida de reforma se producirá en el antiguo ascensor, que mejorará totalmente su accesibilidad. Además, se cambiará la iluminación del edificio.

Actualmente, la zona donde se está trabajando es el sótano. Cuenta con 131 metros cuadrados, repartidos en una biblioteca y un auditorio para 200 personas. La idea es poder utilizar el salón de actos para conferencias y eventos relacionados con la exposición.

El antiguo auditorio, de madera en su mayor parte, tiene termitas y debe de ser renovado, por lo que ahora mismo se está sacando material, así como los volúmenes de la antigua biblioteca de la Cámara de Comercio, en la que anteriormente estuvieron el servicio de turismo y la oficina de la Toledo Convention Bureau.

La intención es que se acceda al auditorio, y desde allí también a la muestra, por una de las puertas que dan a la calle Alfileritos. El actual edificio incumple todos los requisitos de accesibilidad, y ese será el principal cometido de la reforma.