Pasarela social en la Primada

J. Guayerbas
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La reina Sofía asistió ayer a una de las grandes apuestas musicales del IV Centenario. La presidenta regional la recibió en la Puerta de los Reyes junto al cardenal emérito, Fray Carlos Amigo Vallejo, y el obispo auxiliar.

La reina Sofía y la presidenta regional saludan al público que se concentró en las inmediaciones de la Catedral. - Foto: Javier Pozo

La Catedral Primada reabrió ayer la Puerta de los Reyes para recibir a la reina Sofía y a las autoridades políticas que saborearon el Réquiem KV 626 de Wolfgang Amadeus Mozart que interpretó el Coro y Orquesta Titular del Teatro Real bajo la batuta magistral del director musical del coliseo, Ivor Bolton, y las voces de la soprano Camila Tilling, la mezzo Ann Hallenberg, el tenor David Alegret y el bajo Alastir Miles.

El público pudo acceder a la Seo Metropolitana desde una hora antes del inicio del concierto, a pesar de esto se generó cierto caos tanto en la Puerta del Reloj como en la Llana a la hora de pasar los controles de seguridad. Hay que tener en cuenta que ayer la Catedral abrió para más de 2.000 personas.

Los ‘¡Vivas!’ a la reina Sofía se sucedieron por los espontáneos que el cordón de seguridad dejó en un tercer plano, en la calle Trinidad con Hombre de Palo y en la puerta del Ayuntamiento. El cardenal emérito Fray Carlos Amigo Vallejo y el obispo auxiliar de Toledo, Ángel Fernández Collado, recibieron a la reina en el atrio catedralicio, mientras que el deán, Juan Sánchez, esperaba en el interior del templo junto a los miembros del Cabildo Primado.

Antes de atravesar el dintel de la Puerta de Reyes, la reina Sofía paró unos instantes flanqueada por las autoridades eclesiásticas y políticas.Antes de atravesar el dintel de la Puerta de Reyes, la reina Sofía paró unos instantes flanqueada por las autoridades eclesiásticas y políticas. - Foto: Javier Pozo

La reina Sofía lució un conjunto de chaqueta y falda con largo al tobillo en plata ahumada con tonalidad ceniza y como complemento una cartera en plata vieja, mientras que la presidenta regional, María Dolores Cospedal, optó por el vestido blanco que vistió por la mañana en el enlace del alcalde de Seseña. Modelo al que añadió una pashmina en terciopelo a aguas fucsia con toque hindú, además mantuvo las perlas y nácar en la muñeca, los tacones rosa palo y la cartera a conjunto, no así el collar dorado que formaban varias monedas engarzadas con pequeñas piedras de cristal.

Los caballeros cumplieron con el traje chaqueta que varió del negro del alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, hacia el azul petróleo del presidente del Congreso, Jesús María Posada, o el azul tinta del delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Jesús Labrador. El toque de color llegó en algunas corbatas, como la del presidente de la Diputación, Arturo García-Tizón, azul cielo con pequeños motivos geométricos celestes. Similar fue la del fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, mientras que el presidente de las Cortes, Vicente Tirado, optó por el rojo.

Otros invitados a este acontecimiento único que ayer hizo historia, gracias, en gran medida, al presidente de la Fundación Greco 2014, Gregorio Marañón, fueron el Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, el actor y músico Patxi Andión, el marqués de Griñón, Carlos Falcó, y el rector honorario de la Universidad de Castilla-La Mancha, Luis Arroyo Zapatero, así como el actual, Miguel Ángel Collado. Además, asistieron  Cayetana Álvarez de Toledo y Peralta Ramos, marquesa de Casa Fuerte, y el editor de La Tribuna, Antonio Méndez Pozo, entre otros.