No se llaman Alonso, no son hidalgos y no todos viven en La Mancha. Pero Virginia,Hipólito, David, Carmen y Ángeles son cinco Quijotes de hoy en día, son personas que tienen algún tipo de capacidad y que han sabido superar las barreras que les ha puesto la vida. «Podemos decir que tenemos con nosotros a los auténticos Quijotes, que se enfrentan a los bordillos de las aceras como si fueran gigantes», señaló ayer el consejero de Sanidad y Asuntos Sociales, José Ignacio Echániz, que escuchó de primera mano sus testimonios. «Los Quijotes de Castilla-La Mancha son las personas con discapacidad», aseveró. Y según la RAEun quijote es quien «antepone sus ideales a su conveniencia y obra desinteresada y comprometidamente en defensa de causas que considera justas». Según el diccionario un Quijote no triunfa en esas causas justas, pero Virginia, Hipólito, David, Carmen y Ángeles sí lo han hecho.
Desde la Junta quieren que sus historias se conozcan para que sirvan de «espejo» a la sociedad. Por eso ha puesto en marcha la iniciativa #TodossumanCLM. Se realizarán sesiones en todas las provincias donde ellos contarán sus experiencias, como la que ayer se realizó en Toledo. También se difundirá su ejemplo a través de las redes sociales y en las pantallas informativas que hay en los centros de salud y en los pasillos de los hospitales.
«Queremos hacer que toda la sociedad se sienta orgullosa de las personas con discapacidad», señaló ayer el consejero. Además cree que también servirá para reconocer el papel de las asociaciones, que en muchos de los casos de ayer ha sido fundamental para que estos Quijotes hayan conseguido superar sus retos.
Durante la mayor parte del acto, la palabra la tuvieron los verdaderos protagonistas. Con sus intervenciones lograron incluso emocionar al consejero de Sanidad, a pesar de que está más que acostumbrado a actos públicos.
Virginia Felipe: «En el primer embarazo estuve ingresada 6 meses en el hospital»
Virginia Felipe, vecina de Villacañas, es la primera mujer española (y la segunda del mundo) que ha sido madre a pesar de tener atrofia muscular espinal, una enfermedad rara que afecta a las neuronas que dan fuerza a la musculatura, con lo cual se van atrofiando. Recuerda que la primera vez que se quedó embarazada y fue al Hospital Virgen de la Salud, «los médicos se asustaron» ante su caso y estuvo ingresada seis meses en el hospital hasta que dio a luz. Todo salió bien, igual que con su segundo embarazo, aunque en esa ocasión pasó los meses de gestación en su casa.
Hipólito Jiménez: «Con los extranjeros es más complicado, pero llevo una libreta»
Hipólito Jiménez, que tiene sordo-ceguera, lleva trabajando 22 años como vendedor de la ONCE en Toledo. «Al principio es sorprendente para los clientes un vendedor sordo, pero hemos ido adquiriendo recursos comunicativos para desempeñar mi puesto de trabajo», explicó ayer. Reconoce que a veces cuesta algo más con los turistas:«Con los extranjeros es mas complicado, pero llevo una libreta donde apunto los números». También él nota la crisis, pues admite que las ventas han bajado y que tiene «mucho esfuerzo y sacrificio». Denuncia que además les afectan las rifas ilegales.
David Martín: «A mi tío Julián le pedí que me pusiera ruedines en la bicicleta»
David Martín, de Yuncler, es un apasionado del deporte. Las secuelas de un accidente, que le dejó 25 días en coma, no le impidió renunciar a su pasión. «A mi tío Julián le pedí que pusiera ruedines en la bicicleta, como a los niños», comentó. Explicó que no puede conducir porque puede sufrir epilepsía, pero que necesitaba actividad:«Soy un culo inquieto y quería moverme». Empezó con ruedines, pero terminó haciendo una vuelta ciclista por toda Castilla-La Mancha. Se mostró muy agradecido a la asociación Adace, de daño cerebral sobrevenido, que tanto le ha ayudado.
Carmen Villarejo: «Desde que vine a trabajar a Toledo vivo independiente»
Aprobar unas oposiciones, tener trabajo y comprarse una casa no es tarea fácil. Carmen Villajero, de Feaps (discapacidad intelectual) lo ha conseguido. «Me crié en la Puebla de Almoradiel», contó ayer, «trabajo como limpiadora en la Consejería de Administraciones Públicas, llevo 11 años y desde que vine a Toledo, vivo independientemente». Confesó que incluso hace poco se ha comprado una casa. Para lograr este trabajo Villarejo tuvo que estudiar y sacar unas oposiciones. «Desde que tuve la oportunidad de tener un puesto de trabajo, he crecido mucho personalmente».
Ángeles de la Blanca: «Debía seguir las clases desde el descansillo, tenía que agudizar oído»
Ángeles de la Blanca, fiscal de la Audiencia Provincial de Toledo, ha tenido que ir abriendo caminos en el colegio, el instituto, la Universidad y los juzgados. «Cuando era pequeña, había menos recursos», recuerda. Admite que tuvo muchos problemas para estudiar Derecho en la UCLM de Toledo, pues tenía la clase en una cripta de un convento y no había espacio para que pudiera entrar con su silla de ruedas en el aula. «Tenía que seguir la clase desde el descansillo, agudizando el oído», señala. Encontró también barreras para hacer las oposiciones en el Supremo y en su trabajo en los juzgados de Toledo.