El Gobierno municipal asegura que el remonte «no es accesible para todos»

M.G./Toledo
-

Observa «muchas carencias» y cree necesario rebajar las aceras, colocar señales en el recorrido del remonte e instalar franjas guía para que se orienten las personas con discapacidad visual

El Gobierno municipal asegura que el remonte «no es accesible para todos» - Foto: Yolanda Lancha

El remonte mecánico de Safont sigue preocupando a un equipo de Gobierno municipal convencido de que «la obra tiene muchas fallas» que la Junta debe subsanar lo antes posible para que el Ayuntamiento se haga cargo de la infraestructura. El portavoz municipal, Rafael Perezagua, insiste en la necesidad de que se convoque la comisión de seguimiento para tratar  una serie de problemas que no son ficticios, «por mucho que retuerzan los argumentos» desde el Gobierno regional.

Al margen del cierre de las dársenas por problemas de seguridad, el portavoz municipal alude a la falta de estabilidad de los rodaderos, aunque se alegra de que ahora hayan empezado los trabajos para afianzarlos, distintas barreras arquitectónicas y «muchas carencias que hacen que el remonte no sea accesible para todos», según la concejal de Accesibilidad, María Teresa Puig.

En este caso, asegura que el remonte mecánico se ha olvidado de las personas con movilidad reducida y con problemas visuales, tal y como han criticado ya distintos usuarios que se han puesto en contacto con el Ayuntamiento. La concejal insiste en que los bordillos de la aceras superan los dos centímetros, que no se ha colocado la señalización correspondiente en el acceso ni en el recorrido, no se han instalado franjas guía de orientación hacia el ascensor ni otras señales que garanticen la seguridad de los usuarios con discapacidad, «puesto que una persona que no vea bien puede confundirse en la dirección de las escaleras mecánicas».

Pese a todo, el equipo de Gobierno municipal está convencido de que estas deficiencias son fáciles de corregir en poco tiempo, pero no se atreve a dar una fecha sobre la recepción de la infraestructura porque «la estabilidad del rodadero y   de la propia escalera mecánica tienen más enjundia técnica», según Perezagua. También el concejal de Urbanismo, Javier Nicolás, lo ve de la misma manera y añade la necesidad de que los técnicos corroboren «que la escalera cumple las condiciones para soportar un máximo de 6.000 personas a la hora».

puesta en marcha. El portavoz municipal ve «ilógico» que el remonte funcione si la obra aún no ha terminado, pero reconoce que la responsabilidad si ocurre algo corresponde a Gicaman. En cambio,  dice que el Ayuntamiento tomó con rapidez la decisión de cerrar el uso de las dársenas hasta que se corrijan las deficiencias, se instalen «dos semáforos», uno de ellos en la subida a Doce Cantos, y la entrada y salida de autobuses sea segura.

Sin embargo, Perezagua tiene claro «que la Junta paralizó el remonte, reanudó la obra de mala gana y la ha inaugurado de mala fe». Y tiene la impresión de que «no quieren entregar la obra, no sé si porque no quieren que se sepa que se ha hecho o porque no quieren que Page y el Ayuntamiento de Toledo capitalicen una obra que es de la ciudad». En cualquier caso, considera que esta situación no se hubiera producido ni en Ciudad Real ni en Guadalajara, ayuntamientos del PP.