Sin querer echar demasiado la vista atrás, Coronado aceptó verse en la piel de «un hijo pródigo que se siente afortunado de que se hayan vuelto a acordarse de mí».

Ocurrió, el ‘suceso’, cuando El Consistorio no contó con él para la puesta en marcha del ‘Lux Greco’ de 2013 y, lo peor, no le solicitó la autorización para la utilización de una marca por él creada y registrada. Pues bien, tras anunciar en principio acciones legales contra el Ayuntamiento, Coronado acabó tramitando una reclamación a las empresas que le habían sustituido ya que, apreció, se dio por satisfecho con la admisión del «error» por parte del Gobierno municipal.

Esta historia de enredo que, al final, no llegó a mayores gracias al entendimiento de ambas partes no ha sido obstáculo, parece, para una vuelta con la que está «encantado». No en vano, recordó que ‘Luz Greco’ surgió «cuando vivía en Toledo y tenía la sensación de perderme constantemente». Una percepción que corrigió al darse cuenta de que «en Toledo no te pierdes porque en cuanto pones un pie en ella ya has llegado». De ahí que su apuesta tenga que ver con «ese dejarse llevar».