Las obras en la Iglesia de la Magdalena se centran en la torre

J. Guayerbas
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Tras intervenir en las cubiertas del templo, los operarios trabajan desde hace unas semanas en el campanario del siglo XIV

Mantener y recuperar el patrimonio como seña de identidad social. Este es uno de los fines del Arzobispado de Toledo que desde el pasado mes de marzo interviene en la Iglesia de la Magdalena, a escasos metros de la plaza de Zocodover.

El proyecto, adjudicado a la empresa toledana ‘Alfonso Peña de la Morena S.L.’, se centra ahora en la rehabilitación de la torre-campanario, hasta donde se han trasladado los andamios y el personal técnico que lleva trabajando en las cubiertas de este templo desde hace unos cuatro meses.

La torre es precisamente la parte más antigua que se conserva de la iglesia (siglo XIV). El templo sufrió una reforma importante en el siglo XVIII, y a mediados del siglo XXfue reconstruido de los estragos causados por la contienda civil española.

El Arzobispado invertirá en este proyecto más de 180.000 euros, en concreto 187.339,87 IVA incluido, con un plazo de ejecución de ocho meses por lo que se prevé que el templo esté libre de andamios entre noviembre y diciembre.

En la primera fase de la intervención los técnicos han repasado la cubierta de la nave central y del ábside. En la actualidad el trabajo se centra en el campanario y la techumbre de la capilla que da acceso a la torre del templo que hace algunos años se barajó como parroquia castrense, e incluso como sede de las hermandades y cofradías.

El último uso de La Magdalena fue cultural con el fin de recaudar fondos para llevar a cabo la rehabilitación de las cubiertas. En 2014, y coordinada por el sacerdote Pablo Delclaux, delegado diocesano de Patrimonio, el templo abrió con una exposición de moda en la época del Greco enmarcada en el IV Centenario del fallecimiento del candiota.

Reconstruida en 1946. La Iglesia de la Magdalena sufrió los avatares históricos de la Guerra Civil. La cercanía con el Alcázar redujo a escombros este templo en el que se veneraban a algunos de las devociones más importantes de la ciudad, como el Cristo de las Aguas.

El conflicto bélico terminó con el patrimonio sacro que se conservaba en el templo, como los grandes pasos de misterio de la Semana Santa toledana. La iglesia fue reconstruida en 1946, y así ha llegado a la actualidad.