El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Toledo ha detenido a un cabrero de El Real de San Vicente, Julian R. M., de 48 años, por el fuego del sábado y por otro menor que se declaró el lunes por la noche, sólo dos días después del primer suceso. Por ambos hechos se le imputa un delito de incendio forestal.

Según la información facilitada a La Tribuna por fuentes cercanas al caso, el detonante de la detención se produjo el mismo lunes por la noche, tras declararse un fuego en un paraje conocido como El Manocaro, muy cercano  a El Bonal, el lugar donde surgieron las llamas del sábado. Las investigaciones del Seprona, según adelantan las mismas fuentes, y declaraciones de testigos cercanos, condujeron hasta Julián R. M.,  que fue detenido por los agentes de la Benemérita y llevado a los juzgados de Toledo, aunque hoy podría ser trasladado a Talavera.

Las pesquisas del cuerpo de protección de la naturaleza de la Guardia Civil siguen en marcha, como aseguró ayer el subdelegado del Gobierno en la provincia, José Julián Gregorio, con el objeto de terminar de esclarecer los hechos que han desencadenado el grave incendio que puso en jaque a toda la zona, ha arrasado 700 hectáreas y ha afectado a los términos municipales de Hinojosa de San Vicente, El Real y Castillo de Bayuela.

un rebaño con 50 cabras. El detenido es una persona muy conocida en la comarca de la Sierra, donde reside su familia y él mismo desarrolla su actividad. Precisamente, el segundo incendio del lunes por la noche se localiza cerca de su vivienda y de su explotación ganadera, donde posee un rebaño de cerca de medio centenar de cabras.

Julián R. M., que tiene antecedentes policiales, es conocido en El Real y también en Castillo de Bayuela, un lugar que frecuenta porque es donde vive su familia. Ayer mismo, la alcaldesa de esta localidad, Hortensia de la Casa, conocía los datos y confirmaba la vinculación del detenido con Bayuela.

SEO denuncia la falta de protección del águila imperial

La Sociedad Española de Ornitología denunció en este diario la ausencia de un plan de vigilancia, por parte de la Junta y del Seprona,  para proteger a la paraje de águila imperial que anida en la zona del incendio, tras varios intentos en los últimos años de incendiar este lugar, donde habita esta especie en peligro de extinción.

Carlos Hernáez, técnico de la Red de Custodia Alzando el Vuelo del SEO, que trabaja para la conservación del águila imperial ibérica lamentó que no se haya  protegido más la zona en los últimos años y explicó que los intentos de calcinar este lugar se han ido incrementando últimamente. «Este es el cuarto incendio del verano», precisó.  

En este sentido,  alentó de que la propagación del fuego ha puesto en peligro la zona de cría de águila imperial ibérica, una especie que solo habita en la península y de la que quedan 325 parejas en todo el mundo. Por  ello, lamentó que por culpa del siniestro, ocasionado al parecer de manera intencional, se pueda poner en peligro la supervivencia de la pareja de rapaces, que había encontrado en este lugar el hábitat necesario para hacer su nido y criar a sus polluelos.

Así, el técnico del SEO informó a este medio de que la destrucción del entorno de esta especie protegida podría provocar su desaparición definitiva del territorio. «No tenemos noticias aún de la pareja de águilas que habitaba la Sierra», reconoció.