La ciudad, expectante e impaciente, aguardaba en la Puerta Llana de la Catedral para acceder al templo y buscar con la mirada, guiados por el resplandor del oro y de la plata, la Custodia procesional de Enrique de Arfe. Cuando finalizó el acto institucional, los más antiguos del barrio salvaron los escalones de mármol que llevan a la Capilla Mayor para aferrarse a la reja y disfrutar. Y es que han sido siete meses de ausencia de uno de los símbolos de identidad toledana. La Custodia regresaba ayer tal y como la contempló ya en el siglo XVI el cardenal Cisneros.

La presentación de esta joya restaurada contó con lo más granado de la sociedad toledana. Nadie quiso faltar a la cita con esta «obra excepcional desde el punto de vista histórico-artístico», como indicaba el arzobispo, Braulio Rodríguez Plaza, desde la platea presidencial en la que se encontraban el presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page; la alcaldesa de la ciudad, Milagros Tolón; la subdirectora del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), Carmen Pérez de Andrés; y el deán de la Seo Metropolitana, Juan Sánchez.

El programa iconográfico, complejo, que Arfe plasmó en la obra, o el ensamblado y la técnica de ejecución, junto a los acabados de las partes vistas, son para el arzobispo algunos de los detalles con los que sorprenderse a la hora de estudiar la Custodia que como recordó «es algo más, y representa algo más para los fieles católicos: la Eucaristía y la continuidad de la presencia real de Jesucristo para nuestra oración y adoración, que nos impulsa a amar y actuar como el Señor no enseña con su vida».

Por su parte, el presidente regional apeló a los sentimientos de la infancia y a su primer recuerdo de la Custodia en la carrera procesional, cuando, como dijo, pasa a la altura justa para que se produzca «esa comunión con la gente».

Page, que aseguró que en los próximos días escribirá a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, para que el Jueves de Corpus vuelva a ser día festivo y ya no sólo se logre más público, y por tanto, mayor impacto económico y turístico, sino para que, al mismo tiempo «entremos en comunión con los valores que encierra la Custodia».

Asimismo, el responsable del Ejecutivo autonómico se dirigió a monseñor Rodríguez Plaza, para agradecerle, una vez más, el Jueves de Corpus. «Tengo una sensación íntima de que no hemos sido sinceros con el agradecimiento por todo lo que ha hecho para la celebración del Corpus, es una cuenta pendiente que tiene la ciudad», dijo.

Este jueves la Custodia de Arfe lucirá diferente. La alcaldesa, privilegiada, como reconoció, al admirar de cerca tanta belleza, felicitó al equipo de restauración que ha participado, dijo, en este proceso corto pero intenso, y al Cabildo por la decisión de preservar el patrimonio. «Este año, más que nunca, ese momento tan especial en el que la Custodia de Arfe sale por la Puerta Llana será más brillante que nunca».

Carmen Pérez, emocionada. La subdirectora adjunta del IPCE se emocionó, incluso no llegó a terminar el discurso que llevaba preparado. Para Carmen Pérez de Andrés hablar de Toledo, donde ha residido algunos años, y de la Custodia de Enrique de Arfe, son recuerdos, y este año, como dijo, no podrá estar cuando la obra cumbre del orfebre de origen alemán regrese a las calles con Jesús Sacramentado.

Pérez de Andrés ofreció algunos detalles de la restauración, como el origen de las piedras preciosas, datos que se han obtenido gracias al estudio gemológico. Por ejemplo, las esmeraldas se han ubicado en Colombia y los zafiros en Ceilán, hoy Sri Lanka.

El obispo auxiliar, Ángel Fernández Collado, así como el emérito de Segovia, Ángel Rubio, se encontraban entre el público, al igual que el delegado del Gobierno, José Julián Gregorio, y el consejero de Educación, Cultura y Deportes, Ángel Felpeto. El director de la Real Academia, Jesús Carrobles, y el director de la Real Fundación, Juan Ignacio de Mesa, también asistieron al acto entre otros representantes de la vida política, social, civil, militar y eclesiástica de la ciudad.