La debacle electoral sufrida por el PP de Mariano Rajoy en los comicios locales y regionales del pasado domingo, en los que ganó por número de votos, pero perdió buena parte del apoyo del electorado, ha supuesto la apertura de un debate interno sobre la estrategia de la formación y, sobre todo, en torno al liderazgo del presidente del Gobierno y del partido de cara a las generales. En su intervención ante la Ejecutiva Nacional, celebrada el día después de la cita con las urnas, el gallego confirmó que seguirá siendo el candidato.
Sin embargo, esa decisión no ha convencido a algunos de los dirigentes regionales de los populares que, en la propia sede de Génova, ya expresaron la necesidad de que el partido acometa una profunda renovación porque la marca del PP «provoca rechazo», como señaló ante sus compañeros la aragonesa Luisa Fernanda Rudi, una de las voces más críticas en la reunión. Sin embargo, ese debate se hizo público ayer cuando uno de los barones que mejores resultados obtuvo el domingo, el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, conminó a Rajoy a hacer autocrítica y valorar su continuidad al frente del partido. «Yo le diría: presidente, mírate al espejo y respóndete a ti mismo si tienes todas las razones, todas las legitimidades y todos los motivos para ser el candidato», señaló en una entrevista en Onda Cero.
Dicho esto, el burgalés apeló a la «clarísima» necesidad de renovación que necesita su partido y puso como ejemplo el caso del portavoz de campaña en las recientes elecciones, Pablo Casado, una figura que, a su juicio, ha tenido un papel «muy limitado» cuando representa a la generación «a la que hay que apoyar». Incluso, para predicar con hechos, Herrera dejó en el aire si será el candidato popular en la investidura en la que será la IX Legislatura de las Cortes de Castilla y León, después de que no consiguiese la mayoría absoluta en las urnas, un resultado del que no se apeaba el PP desde 1991.
Las marchas de José Ramón Bauzá y Carlos Fabra, anunciadas también ayer, aunque prorrogadas hasta la celebración de los respectivos congresos regionales, vinieron a refrendar esa necesidad de cambio que reivindicó el burgalés en sus declaraciones. Diversas fuentes apuntaron, además, que podrían no ser las únicas bajas entre los barones populares. Los siguientes nombres que aparecen en las quinielas son los de María Dolores de Cospedal y la propia Luisa Fernanda Rudi, que parece que no continuará como líder de la oposición en las Cortes autonómicas, una vez perdido el Ejecutivo.
Regeneración. Quien no se va, pero exige cambios en la formación es otra voz autorizada que ya ha cuestionado en alguna ocasión a Génova. Se trata de la presidenta del PP madrileño, Esperanza Aguirre, que, incluso, fue un paso más allá al remarcar que, en su opinión, el partido necesita una «refundación» que ella comenzará en la Comunidad, con la convocatoria de un congreso extraordinario, tras la constitución de las instituciones públicas. «Me propongo llegar al fondo de la regeneración», señaló. En este sentido, aseveró que las reformas «sin límites» son imprescindibles, como demuestran los «malos resultados» obtenidos en los comicios. Incluso, abogó por plantear las primarias en el seno del partido para evitar las designaciones «a dedo». Cuestionada por las palabras de Herrera sobre el liderazgo de Rajoy, aunque reconoció no haber escuchado la entrevista completa, apuntó que ella siempre suele estar de acuerdo con el presidente de Castilla y León.
Los barones más noveles también creen que hay que hacer algo, como indicó Arantza Quiroga al analizar unos «malos resultados», influenciados, según ella, por la estrategia de Madrid.
El equipo de Cristina Cifuentes, la nueva referente popular, pese a que necesite de Ciudadanos para gobernar, también remarcó la necesidad de que el partido se abra a los militantes. También en Galicia los dirigentes del PP no ocultaron su disgusto por los términos que empleó el líder estatal en Génova y advirtieron que «si no hay autocrítica real» el «batacazo» del 24-M puede verse agudizado en la próxima cita con las urnas.
Ataques del PSOE. Mientras las bajas y las críticas se acumulaban, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, siguió en la posición que defendió ante la Ejecutiva Nacional: defensa de los resultados y una escasa autocrítica. Así, cuando los socialistas le instaron en la sesión de control en el Senado a «hacer las maletas», el líder del Ejecutivo recordó que el PP fue el partido «más votado» en los comicios municipales y autonómicos.
En cuanto a las palabras de Herrera, el equipo de Rajoy quitó hierro a las declaraciones del burgalés y anunciaron que el líder popular ya se está reuniendo con los barones para pedirles unidad y trabajo en un momento complicado.