La investigación del trágico suceso que conmocionó a la ciudad hace poco más de una semana sigue abierta y la Policía Nacional está trabajando intensamente en esclarecer todos los detalles de lo ocurrido en la mañana del 8 de julio en la calle Alfares. Mientras tanto, Ángela Sánchez Oliva, la joven de 25 años herida tras recibir un balazo en la cabeza cuando pasaba por el número 8 de la citada vía en torno a las 8:45 horas, continúa hospitalizada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Virgen de la Salud de Toledo, donde lentamente va mejorando de las graves heridas sufridas.
Con el presunto autor del disparo -Adrián B. R., de 19 años- encarcelado en el centro penitenciario de Ocaña tras imputarle el Juzgado número 5 de Talavera un delito de homicidio en grado de tentativa, otro de robo con fuerza y uno más de tenencia ilícita de armas, el trabajo de los efectivos policiales se centra en estos momentos en localizar la bala que, según aseguró en su momento el propio detenido, se disparó de manera accidental del arma que portaba.
En este sentido, tanto el miércoles como ayer jueves agentes de la Policía Nacional estuvieron buscando el proyectil en un escaparate próximo al lugar de los hechos, concretamente en un local sin actividad comercial en estos momentos que está en el número 3 de la calle Alfares, justo frente al portal número 8 de la misma vía ante el que cayó desplomada la joven Ángela a primera hora de la mañana del martes pasado.
Según explicaron ayer a este periódico fuentes policiales, se trata de una labor habitual en este tipo de casos, de tal manera que lo que se persigue es recabar el mayor número de datos y pruebas posibles para aclarar de manera técnica lo acontecido. Sobre esta cuestión, los efectivos policiales estuvieron apoyados en todo momento por agentes de la Policía Local y por bomberos de la ciudad, debido a que fue preciso desmontar parte de la estructura que conforma el escaparate donde se cree que puede haber aún restos de la bala.
Muchos curiosos. Al tratarse de una zona tan céntrica y especialmente concurrida por su intensa actividad comercial, el proceso para retirar la cristalera del local no pasó desapercibido y, pese a que la zona quedó acordonada para que los bomberos y los agentes pudieran trabajar sin excesivas molestias, fueron muchos los transeúntes que siguieron al detalle y en primera persona las labores de búsqueda.
Por su parte, desde la Subdelegación del Gobierno en la provincia de Toledo comentaron a este diario que no hay más novedades respecto al suceso.