Michael Scholz-Hänsel, profesor de la Universidad de Leipzig, abrió en el Museo del Greco la senda que Domenikos Theotokopoulos recorrerá tras la clausura de la exposición ‘El Griego de Toledo’ (Museo de Santa Cruz): su recuperación por parte de los artistas de vanguardia. La conferencia, anticipo de la exposición que el Museo del Prado ofrecerá a partir del 24 de junio (‘El Greco y la pintura moderna’), recorrió la influencia que ejerció el pintor cretense sobre el círculo de Munich (los artistas que configuraron Der Blaue Reiter, ‘El Jinete Azul’) y también sobre los artistas de Düsseldorf y Viena.
Scholz-Hänsel no solo mostró la vinculación de pintores como Ludwig Meidner y Max Beckmann con obras como Laocoonte y El Expolio, sino que contextualizó el paulatino interés de los hispanistas alemanes por el Greco. El historiador alemán inició su conferencia con Carl Justi (1832-1912), que dedicó espacio al Greco en sus investigaciones sobre Velázquez «y que ya en una fecha tan temprana como 1874 fue capaz de identificar La curación del ciego de Dresde, tradicionalmente atribuida a Bassano, como obra del pintor».
Habló a continuacuón de Julius Meier-Graefe (1867-1935), autor de Spanische Reise (1910), obra de referencia para la difusión del Greco en Centroeuropa y también para su conexión con artistas contemporáneos a partir de los impresionistas. Otro historiador del arte de fundamental importancia para el estudio del Greco en Alemania -por su renovada metodología y por conceder interés a aspectos como el color- fue August Liebmann Mayer (1885-1944), quien realizó su tesis doctoral sobre Ribera en Berlín, bajo las enseñanzas del formalista suizo Heinrich Wölfflin.
La charla de Michael Scholz-Hänsel, quien se refirió asimismo a autores literarios como Rainer Maria Rilke (1875-1926), destacó pinturas que poseen un gran valor icónico para el público alemán, como por ejemplo el retrato del Cardenal Niño de Guevara, del que se conserva una pequeña versión de busto en la Colección de Oskar Reinhart en Winterthur (Suiza).