La desaparición de Patricia Ruiz Martín-Ambrosio, una universitaria de Sonseca residente en Madrid, cumple hoy una semana sin visos de esclarecerse. La única pista tangible en este tiempo ha sido el mensaje ‘sms’ que se envió el viernes desde el móvil de la desaparecida al de una compañera de su clase de segundo curso de Biotecnología, en el que se aseguraba que estaba bien. El problema es que este mensaje no ha podido corroborarse con un contacto personal con la joven, por lo que su búsqueda continúa.

El alcalde de Sonseca, Juan Carlos Palencia, se mantiene en contacto con los padres de la joven y asegura que estos continúan «muy desolados» al no conocer todavía su paradero. Este suceso ha trastocado la normal existencia de un matrimonio humilde y trabajador -él, operario de un taller textil, ella, empleada de un hospital- que en estos días han pedido días libres en sus empleos para centrar sus energías en buscar a su hija. De hecho, tienen previsto reunirse con los investigadores de la Policía Nacional que llevan el caso de su hija en Madrid.

Palencia explica que los progenitores no podían siquiera imaginarse que pudiera sucederles algo así. Patricia mantenía regularmente el contacto con su familia y acudía a Sonseca normalmente los fines de semana, siempre que sus estudios se lo permitían. «Había estado en casa un fin de semana, poco antes de su desaparición. No era de salir mucho, se juntaba con sus amigos en casa», explica el regidor.

En cuanto a la desaparición en sí, el alcalde confirma que las últimas personas que vieron a Patricia fueron sus compañeros del piso compartido en el que vivía, en la madrileña avenida de Portugal, sobre las siete de la mañana del miércoles 27. No llegó a sus clases en la Escuela de Ingeniería Agronómica, en Ciudad Universitaria. Ya el jueves 28, su familia acudía preocupada a la Policía Local de Sonseca, que ha colaborado en la búsqueda difundiendo los datos de la joven en redes sociales y recabando diversa información. El alcalde ha agradecido el trabajo «muy profesional» de los agentes municipales.

El viernes 29 se verificaba la denuncia ante la Policía Nacional. Funcionarios de este cuerpo ya han realizado pesquisas como entrevistar a los compañeros de piso.

El mensaje ‘sms’, inhabitual en jóvenes acostumbrados a aplicaciones de mensajería como ‘WhatsApp’, no sirve para tranquilizar en este asunto. «Desde el número de teléfono de Patricia se mandó un mensaje a una amiga de la universidad diciendo que estaba bien. Pero no han logrado hablar con ella ni nada», describe el regidor sobre la imposibilidad de ampliar este último contacto.