Detenida una banda que asaltó una sucursal bancaria en Alberche del Caudillo

J.A.J./Toledo
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Los tres detenidos asaltaron unas 20 entidades financieras e industrias en municipios de Toledo y otras cuatro provincias. En Alberche no consiguieron forzar la caja fuerte de la sucursal

Agentes de la Policía Nacional han detenido en Madrid a tres personas como presuntas autoras de más de veinte delitos de robo con fuerza en sucursales bancarias y naves industriales en cinco provincias españolas, entre ellas Toledo. Entre otros delitos, al grupo se le achaca un asalto en una sucursal bancaria de Alberche del Caudillo, según han confirmado a este medio fuentes cercanas a la investigación. El asalto en Alberche, afortunadamente, no consiguió su objetivo ya que no consiguieron forzar la caja fuerte.

La alcaldesa de esta localidad, Ana Isabel Rivelles, relata que el allanamiento de esta  sucursal de Caja Rural de Castilla-La Mancha ubicada en la plaza principal se produjo hace unos dos meses. El director de la oficina, en el momento de abrirla por la mañana, encontró la cerradura de la puerta rota y todo el interior revuelto. Sin embargo, la caja de caudales resistió todos los intentos de apertura. «En la última reforma de la oficina, fue reforzada con varias capas de hormigón», precisa la regidora. Los ladrones se centraron tanto en la caja fuerte como objetivo que no cogieron el dinero para cambios que había en el mostrador.

La alcaldesa recuerda que, en la madrugada anterior a que se descubriera el robo, la alarma de una farmacia cercana sonó en dos ocasiones, haciendo acudir a la Guardia Civil. Aunque los agentes no vieron gente extraña, es posible que los asaltantes huyeran ante la posibilidad de verse descubiertos.

Los tres arrestados cuentas con numerosos antecedentes por hechos similares. Sobre uno de ellos, un hombre cuya identidad corresponde a las iniciales J.C.D, pesaba una orden de búsqueda y puesta a disposición judicial dictada por la Audiencia Provincial de Toledo por su presunta participación en un delito de agresión contra personas.

Actuaban cuando las oficinas estaban cerradas.

La banda, según ha informado la Jefatura Superior de Policía de Madrid a través de un comunicado, estaba especializada en saquear sucursales y empresas cuando estaban cerradas al público, preferiblemente de noche. Llegaban incluso a llevarse las cajas fuertes para abrirlas con tranquilidad en un lugar seguro para sus fines. De hecho, tras las detenciones los agentes recuperaron una caja de caudales que los implicados se habían llevado de una oficina bancaria de Cuenca sólo unas horas antes. La caja fuerte aún conservaba 7.000 euros en su interior.

Los arrestados empleaban inhibidores de alarmas y herramientas especializadas para forzar las medidas de seguridad de los locales asaltados. Además, portaban armas de fuego.

A mediados de octubre del pasado año los investigadores averiguaron que un conocido delincuente de Madrid tenía alquilada una nave industrial en la localidad madrileña de Navalcarnero, vecina a la toledana Valmojado, donde escondían las herramientas de los robos y los botines obtenidos.

La forma de operar del grupo criminal investigado consistía en primer lugar en seleccionar un local donde cometer el robo. Una vez elegido, estudiaban el propio establecimiento y los locales anexos para preparar el robo.

Los arrestados se movían por todo el territorio nacional, siendo los responsables de varios robos en sucursales bancarias de municipios de Segovia, Toledo y Cuenca, así como del asalto a establecimientos comerciales y empresas ubicadas en Valencia y Bilbao. Contaban para cometer sus golpes con los que se denominan ‘vehículos fantasma’. Buscaban en Internet turismos en venta del mismo color, marca y modelo del que en ese momento disponían y, tras localizar uno, copiaban sus matrículas con una máquina troqueladora para colocarlas en el suyo. Así evitaban que su coche fuera identificado, al confundirse con los vehículos en venta de los que habían replicado su placas.

Una vez perpetrados los asaltos, cambiaban de lugar constantemente los efectos sustraídos y las herramientas empleadas a fin de evitar ser descubiertos.

La investigación culminó con un operativo en el que se arrestó a los tres implicados en Madrid. Además se registraron seis viviendas y dos locales, todos ellos en la región vecina. En uno de ellos se intervinieron diversos efectos utilizados en los robos tales como lanzas térmicas, equipos de transmisión, bombonas de oxígeno para soldadura, inhibidores de alarmas de  gran potencia y extractores de bombines de cerraduras.