La acera que invita a pasear por la calzada

Daniel Pérez
-

La acera de la calle Los Robles del barrio del Paredón es una auténtica carrera de obstáculos para sus peatones. Las farolas situadas justamente en medio del andén impiden el acceso a las personas que circulan en silla

Las farolas de la calle Los Robles están situadas en el centro de la acera impidiendo la correcta circulación de los peatones. - Foto: Peña

La Real Academia Española de la Lengua define el término acera como: «Orilla de la calle o de otra vía pública, generalmente enlosada, situada junto al paramento de las casas, y particularmente destinada para el tránsito de la gente que va a pie». Pues bien, este significado muy poco o nada tiene que ver con la acera de la calle Los Robles del barrio del Paredón.

Sobre el bordillo de esta vía tratan de convivir a diario, desde hace muchos años, los peatones con las farolas. El alumbrado está asentado en la superficie de tal forma que todos los viandantes que circulan por esta calle tienen que hacerlo por la calzada, a pesar del peligro que eso supone para la circulación, o si tienen una buena condición física, sortear las diferentes adversidades y obstáculos que plantea una acera que es uno de los principales puntos de unión de este barrio con el centro de la ciudad.

El principal inconveniente reside en las personas discapacitadas. Además del mal estado del pavimento de la acera que hace imposible que una persona en silla de ruedas pueda transitar por él, la distancia entre cada farola y el final de la acera es tan reducida que prácticamente hay que esquivarla para poder avanzar hasta llegar al siguiente obstáculo. Según explicó a este diario el presidente de la Asociación de Vecinos ‘La Esperanza’, Juan Antonio Ruiz, «las personas en silla de ruedas tienen que ir por la calzada porque no cogen por ninguno de los dos lados. Una persona delgada podría pasar, pero obesa no. Evidentemente los carros de los niños y los de la compra también se ven obligados a circular por la calle».

Tras la visita del alcalde, Jaime Ramos, al barrio del Paredón a finales del pasado mes, Ruiz confía en que este problema se solucione aunque es consciente de que es un tema complejo. «La acera no reúne los requisitos necesarios pero tampoco es fácil encontrar una solución. Quizás la única posibilidad sería expropiar, si se puede, algo de terreno de la finca aledaña, deshacer toda la acera y volver a construirla. Esto supondría una inversión muy alta pero confiamos en que, cuando sea posible, se lleve a cabo», manifestó el presidente de la Asociación de Vecinos ‘La Esperanza’.

Todos los ciudadanos que acuden al barrio del Paredón caminando tras recorrer el Puente de Hierro suelen transitar por esta acera y, cuando llegan a cada una de estas farolas, tienen que sortearlas  por la propia calzada a pesar de que ponen en serio peligro sus vidas y la de los conductores. Un hecho que ya ha acabado con la paciencia de los vecinos de esta barriada talaverana que espera una solución cuanto antes.

Este problema no es actual sino que los vecinos del Paredón llevan conviviendo con él desde que se realizó el asfaltado de la vía.Por ello, los habitante del barrio tiene que tomar rutas alternativas, algunas de ellas mucho más largas, para evitar exponerse a un accidente. Las soluciones son complejas y costosas pero desde el Paredón esperan que esta problemática encuentre pronto remedio.