El CD Toledo vestirá de color rosa solidaridad. El equipo de Josip Visnjic lucirá su segunda equipación mañana frente al Atlético de Madrid B (12:15 horas) en el Salto del Caballo para unirse a la Asociación Española Contra el Cáncer y al Día Internacional contra el cáncer de mama, celebrado hace siete días. Aprovechando la tonalidad elegida para esta temporada, el presidente reconoció que «estamos encandados de ceder el verde por este motivo y sé que los aficionados apoyarán la iniciativa».

Así habló ayer Fernando Collado en la presentación de este partido, que también contó con Margarita Castaño, coordinadora de voluntariado de la asociación. Yes que, para él, supone un paso más en el apartado social, donde la entidad toledano sigue creciendo desde que el mandatario llegó a la presidencia. Castaño, por su parte, incidió en la importancia de informar sobre este tipo de cáncer y en su detección precoz. «El mensaje que queremos transmitir es que tiene un mejor pronóstico y se sale adelante», comentó.

Por eso, durante el partido, varios voluntarios de la AECC estarán informando de la enfermedad. Pero habrá sorpresas, como el lanzamiento de globos antes del pitido inicial y la tradicional rifa del jamón, que se sustituirá por una equipación del CD Toledo. La recaudación irá destinada íntegramente a la asociación. Collado insistió en que «nos pusimos en contacto para aprovechar el tirón mediático que podamos tener nosotros y llegar a la sociedad». Lógicamente, el rector verde espera que no sea flor de un día y que suponga el inicio de un largo camino plagado de iniciativas de este tipo. Margarita Castaño así lo refrendó y agradeció también que las cámaras de la televisión regional lleven a los hogares este acto porque «recuerdan lo importante que es pedir ayuda y cualquier tipo de asistencia».

Será la tercera vez que los aficionados vean a su equipo sin la primera camiseta en un encuentro oficial disputado en el Salto del Caballo. La que todos recuerdan es el ‘problema’ con Manuel Ruiz de Lopera y su Betis en 1994, durante la primera campaña de los capitalinos en Segunda División. Al no contar con equipación alternativa, se le ofreció la del Toledo, de color blanco. El mandatario bético lo rechazó para no vestir los colores de su eterno enemigo, el Sevilla, así que fue el cuadro local el que cambió su indumentaria. El partido acabó 2-0. Con anterioridad, en un encuentro de Segunda B de la campaña 1990/91, el Toledo también tuvo que modificar su uniforme contra el Betis Deportivo, denominación del filial verdiblanco, que venció por 0-2.

El conjunto toledano notificó su cambió al Atlético de Madrid y el filial colchonero, dirigido por Óscar Mena, acudirá con su segunda equipación de color amarillo y no con la tradicional rojiblanca.