El acto prometía y no defraudó. El Palacio de Congresos abrió temprano para ultimar los preparativos y para tener todo listo, seguridad incluida, a la llegada de la Reina Sofía. El continuo movimiento de policías en los alrededores despertó la curiosidad de muchos toledanos y turistas que pasaban por allí. Algunos de ellos, incluso, se quedaron para inmortalizar a Su Majestad, que llegó puntual. Saludó a la presidenta de la región, María Dolores Cospedal, al alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, al presidente de la Real Fundación, Juan Ignacio de Mesa, y al resto de autoridades antes de entrar al Palacio de Congresos.

La organización del acto fue impecable y la mayor parte del público llegó con tiempo suficiente, algo que, sin duda, agradeció el personal de seguridad y el de la organización del evento.

La presencia de la modelo Eugenia Silva, presidenta de la Junta de Patronos de la Real Fundación, acompañada de su pareja, Alfonso de Borbón, tampoco pasó desapercibida en una jornada con luz propia que se celebró con agilidad,  teniendo muy presente al Greco. Y no se olvidó de las víctimas del accidente aéreo, también protagonistas por el terrible siniestro.