La Real Fundación de Toledo devolvió al presente el ‘Año Greco’ gracias al discurso de su presidente sobre el gran programa cultural que celebró Toledo durante doce meses. Un año que convirtió a la ciudad en una «ósmosis cultural» que caló en todos los sectores. Un 2014 centrado en el gran pintor cretense que vivió buena parte de su vida en la ciudad, en la que también produjo la mayoría de sus obras artísticas.
Juan Ignacio de Mesa recordó que la Real Fundación cumplió el año pasado 25 años, «años plenos de contenido en la defensa del patrimonio cultural de nuestra ciudad». Si bien, subrayó que el lugar que ocupa no sería posible sin el apoyo de mecenas y la colaboración institucional, dado que las administraciones -estatal, autonómica, provincial y municipal- forman parte del patronato de la Real Fundación, pero la institución siempre ha respetado esa labor de independencia que le ha llevado «al encuentro de todos los agentes sociales» para velar por la ciudad. Además, De Mesa señaló que el proyecto más importante ha sido «ayudar a crear un estado de opinión a favor de la protección del patrimonio».
el greco. El IV Centenario centró su discurso y agradeció «a todos los que han hecho posible que las actividades se convirtieran en una realidad». De Mesa no obvió que la crisis ha puesto dificultades, pero aseguró que el esfuerzo de empresarios, mecenas, administraciones, instituciones, colectivos y otros sectores consiguieron remontar los baches y «alcanzar acuerdos de colaboración que requerían de mayor voluntad e imaginación de la voluntad».
En este caso, La Fundación ‘Greco 2014’, «el liderazgo y entusiasmo» de Gregorio Marañón, que la presidió, y el trabajo de otros muchos nombres «hicieron que Toledo se convirtiera en una referencia cultural durante todo el año». Asimismo, el presidente de la Real Fundación también tuvo palabras para las administraciones, entre ellas, la Junta de Comunidades, los mecenas, los museos y coleccionistas, los comisarios de las exposiciones, la instituciones y el Cabildo de la Catedral.
De Mesa hizo «una referencia especial a la generosidad de los mecenas, a los que nombró varias veces durante su discurso, por haber hecho posible la financiación de los proyectos. También se mostró crítico al explicar que se canalizaron «a través del tratamiento fiscal que tenían las donaciones a los actos del Centenario, lo que ha puesto de manifiesto la necesidad de un marco definitivo para dar continuidad a estas iniciativas, siendo a todas luces insuficiente la reforma fiscal que, en tal sentido se ha llevado a cabo».
Y de vuelta al presente, el presidente de la Real Fundación espera que Toledo mantenga «esa actitud y orgullo de mostrar lo nuestro», pero con la única condición de que «vaya acompañada de la humildad en la forma de enseñarlo».