Las Capuchinas ofrecen a la Junta su colección de escultura, pintura, orfebrería y textil

J. Guayerbas
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La Madre Presidenta de la Federación del Sur se reúne con responsables de Cultura para negociar la cesión del patrimonio

Interior del templo conventual con altar mayor de Zumbigo y Fanelli, hacia 1665. - Foto: Víctor Ballesteros

Las Madres Capuchinas cerraban las puertas de su convento toledano en 2006 y ponían rumbo a Granada. Desde esa fecha el patrimonio atesorado durante siglos ha permanecido en la ciudad bajo la custodia de las nuevas moradoras, las Carmelitas Descalzas de Grajal de Campos (León), que mantienen la actividad contemplativa en el convento de la Purísima Concepción fundado por el cardenal Pascual de Aragón en 1632.

La exposición ‘El Greco arte y oficio’ ha despertado cierto interés sobre la colección de arte de las Capuchinas que han cedido para  la ocasión la obra del cretense ‘Paño de la Verónica’ o ‘Santa Faz’, además, la reciente publicación de Juan Nicolau Castro a modo de inventario artístico e histórico del convento capuchino ha puesto de actualidad el futuro de la colección.

Días previos a la inauguración de la muestra sobre el Greco en el Museo de Santa Cruz el pasado mes de septiembre, la madre abadesa de la comunidad capuchina de Granada y a su vez Madre Presidenta de la Federación del Sur, sor Pilar, se personó en Toledo para mantener un encuentro informal con responsables de la Consejería de Cultura y del museo de la calle Cervantes con una proposición en firme: ceder la colección de escultura, pintura, textil y orfebrería a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

«Hemos realizado un primer acercamiento, se está negociando con los políticos para que la colección se quede en Toledo, es nuestro deseo», comentaba sor Pilar a La Tribuna además de avanzar que las condiciones de la cesión se basan en una remuneración económica, al igual, dijo, que sucede en otras Comunidades Autónomas. «Conocemos casos de conventos que ceden su patrimonio y reciben una compensación económica por exponerlo en un museo o en una exposición. Esa es la fórmula que hemos puesto sobre la mesa», señalaba la religiosa responsable de las Capuchinas en la provincia Sur de España.

En las próxima semanas, tal y como indicaba sor Pilar, responsables de Cultura y Patrimonio del Gobierno autonómico han previsto un nuevo encuentro con las Madres Capuchinas, en esta ocasión en Granada. «En principio nos han dicho que en Castilla-La Mancha no existe tal remuneración, solo espero que los trámites que hemos iniciado no se queden en un mero intento», explicaba la madre abadesa.

Ofrecerla a otros puntos. Con cautela y con el deseo y la esperanza de que la colección permanezca en la capital regional, sor Pilar aseguraba que en la Federación del Sur de las Madres Capuchinas no descartan ofrecer su patrimonio a otras Comunidades Autónomas o instituciones. «Nos daría mucha pena tener que mover la colección, siempre hemos mantenido que debe estar en un mismo sitio y qué mejor que Toledo, pero no descartamos nada», señalaba sor Pilar a la espera de acontecimientos.

De momento, añadía la madre abadesa, el Gobierno regional se ha mostrado reticente. «La propiedad, ahora, es de la Federación del Sur, y será en el Gobierno de nuestra organización donde decidamos qué hacer con la colección de aquí a un tiempo prudencial», subrayaba la presidenta de las Capuchinas.

Otra de los proyectos que barajan, según adelantaba sor Pilar, es que la Junta de Comunidades se haga cargo del edificio aledaño al convento para abrir un espacio museístico en el que mostrar «las maravillas» que se conservan en la Comunidad propiedad de la Federación del Sur desde el año 2008. «Dividir la colección sería una última opción, queremos que todo el patrimonio se quede en Toledo y se exponga en conjunto en el Museo de Santa Cruz o en las dependencias del convento, quedaría un museo muy interesante y atraería al público», apuntaba la madre abadesa.

Pudo ocurrir en 2008. Varios académicos de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo alertaban en marzo del año 2008 de un posible traslado de las obras de arte de las Capuchinas.

Entonces, historiadores y académicos argumentaban que llevarse el archivo histórico que guarda el convento, supondría ir contra el espíritu del cardenal Aragón, porque las donaciones que hizo este prelado tenían un fin: que los bienes residieran en Toledo.

Por el momento, las Madres Capuchinas no han movido ningún cuadro o escultura. Ahora, todo depende de las negociaciones y de la buena voluntad de las religiosas y del Gobierno de la región.